Este cuento es un canto a la amistad y la ternura!
La carta
Sepo estaba sentado en el porche.
Sapo pasó por allí y dijo:
- ¿Qué te pasa, Sepo? Pareces triste.
- Sí – dijo Sepo - éste es mi rato triste del día.
Es el momento en que espero que venga el correo.
Me hace siempre muy desgraciado.
- ¿Y eso por qué? – preguntó Sapo.
- Porque nunca tengo carta – dijo Sepo.
- ¿Nunca? – preguntó Sapo.
- No, nunca – dijo Sepo – Nadie me ha enviado nunca una carta.
Todos los días mi buzón está vacío.
Es por lo que esperar el correo es un momento triste para mí.
Sapo y Sepo se sentaron en el porche, sintiéndose tristes juntos.
Luego Sapo dijo:
- Tengo que irme a casa ya, Sepo. Hay algo que debo hacer.
Sapo se marchó a su casa rápidamente.
Encontró un lápiz y un trozo de papel.
Escribió en el papel.
Metió el papel en un sobre.
En el sobre escribió “CARTA PARA SEPO”
Sapo salió corriendo de su casa.
Vio un caracol al que conocía.
- Caracol – dijo Sapo – por favor, toma esta carta para Sepo y ponla
en el buzón de su casa.
- De acuerdo – dijo el caracol – ahora mismo.
Luego Sapo volvió corriendo a la casa de Sepo. Éste estaba en la cama,
echándose la siesta.
-Sepo – dijo Sapo – creo que debes levantarte y esperar el correo un poco más.
- No – dijo Sepo – estoy cansado de esperar el correo.
Sapo miró por la ventana el buzón de Sepo.
El caracol no había llegado todavía.
- Sepo – dijo Sapo – nunca se sabe cuándo puede enviarte alguien una carta.
- No, no – dijo Sepo -. Creo que nadie me enviará nunca una carta.
Sapo miró por la ventana.
El caracol todavía no había llegado.
- Pero, Sepo – dijo Sapo – alguien puede enviarte una carta hoy.
- No seas bobo – dijo Sepo -. Nadie me ha enviado nunca una carta antes y
nadie me enviará una carta hoy.
Sapo miró por la ventana.
El caracol todavía no había llegado.
- Sapo, ¿por qué te quedas mirando por la ventana? – preguntó Sepo.
- Porque ahora estoy esperando el correo – dijo Sapo.
- Pero no habrá nada – dijo Sepo.
- ¡Oh!, sí que habrá – dijo Sapo – porque yo te he enviado una carta.
- ¿De verdad? – dijo Sepo - . ¿Qué has escrito en la carta?
Sapo dijo:
- Escribí: “Querido Sepo, estoy contento de que tú seas mi mejor amigo.
Tu mejor amigo, Sapo.”
- ¡Oh! – dijo Sepo – es una carta preciosa.
Entonces Sapo y Sepo salieron al porche de la entrada a esperar el correo.
Se sentaron allí, sintiéndose felices juntos.
Sapo y Sepo esperaron mucho rato.
Cuatro días más tarde el caracol llegó a la casa de Sepo y le dio la carta de Sapo.
Sepo se alegró mucho de recibirla.
Libro: "Sapo y Sepo son amigos"
Autor: Arnold Lobel
2 comentarios:
es hermoso!!!
Qué bueno que te haya despertado esa simple expresión!!
Gracias por comentarlo!!
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