La ciencia lo avala: reírse mejora la salud
Las carcajadas provocan efectos positivos, tanto físicos como psicológicos, y son un hábito saludable que conviene poner en práctica cada día
Umberto Eco urdió toda una trama policíaca entre los muros de una abadía en la Alta Edad Media para exponer el poder de la risa. En 'El nombre de la rosa' se suceden incluso crímenes para ocultar al pueblo la defensa que supuestamente hiciera Aristóteles sobre la bondad de las carcajadas. Esto es, por supuesto, ficción, pero no está exenta de realidad, ya que hubo tiempos y lugares -aún los hay- en los que lo sensato y maduro era permanecer serio, taciturno, incluso hosco. La risa y un buen humor frecuente se asociaban a la frivolidad y la inmadurez. Afortunadamente, las investigaciones, como aquella que imaginara el escritor y semiólogo italiano, han avalado algo que la sabiduría popular intuía y hoy la ciencia demuestra: reír es saludable.
La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, la parte más evolucionada del cerebro. En esta zona, según los expertos, reside la creatividad, la capacidad para pensar en el futuro y la moral. Sin embargo, conforme cumplimos años y se nos supone más sabios, perdemos la espontaneidad de dejarnos llevar por la risa, de buscar la carcajada o de encontrar la parte cómica a las situaciones. Por eso, hay veces que conviene aprender a reír, o a recordar cómo se reía.
La risa como terapia
Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Esta capacidad fue científicamente demostrada cuando se descubrió que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír. En lógica relación con esta evidencia, en los últimos lustros se ha afianzado la risa como terapia.
Cuando reímos, el cerebro emite una información necesaria para activar la segregación de endorfinas, específicamente las encefalinas. Estas sustancias, que poseen unas propiedades similares a las de la morfina, tienen la capacidad de aliviar el dolor, e incluso de enviar mensajes desde el cerebro hasta los linfocitos y otras células para combatir los virus y las bacterias. Las endorfinas desempeñan también otras funciones entre las que destaca su papel esencial en el equilibrio entre el tono vital y la depresión. De ellas depende algo tan sencillo como estar bien o estar mal. Como se puede comprobar, aprender a reír es algo más importante de lo que parece a simple vista.
Una de las líneas de trabajo en algunos centros de psicoterapia es la risoterapia, que consiste en estimular la producción de distintas hormonas que genera el propio organismo con ejercicios y juegos grupales. Su cometido es el de potenciar el sistema inmunitario en general y facilitar la superación de diferentes bloqueos. Se utilizan técnicas que ayudan a liberar las tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada, como la expresión corporal, el juego, la danza y ejercicios de respiración o masajes. Se trata de lograr reír de una manera natural y sana, de que las carcajadas salgan de lo visceral e irracional, como en los niños. En el fondo, a lo que se aprende es a orientar la percepción de las situaciones para que al verse en ella nos riamos, con nosotros mismos y con los demás.
Efectos físicos de la risa
•Ejercicio: con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa. Favorece la secreción de jugos gástricos.
•Limpieza: se lubrican y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído. Además, elimina las toxinas, porque con el movimiento el diafragma produce un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.
•Oxigenación: al reir, entra el doble de aire en los pulmones, dejando que la piel se oxigene más.
•Previene el infarto: el masaje interno que producen los espasmos del diafragma alcanza también al corazón, fortaleciéndolo.
•Analgésico: durante el acto de reír se liberan endorfinas, los sedantes naturales del cerebro, similares a la morfina. Por eso, cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico. También libera adrenalina y dopamina que proveen una sensación de bienestar al cuerpo.
•Estimulante del sistema inmunológico: multiplica las proteínas que combaten las infecciones (linfocitos T, inmunoglobulinas - anticuerpos) y continúa en las 12 horas posteriores al episodio de risa hilarante. Regenera las células. De ahí que se utilice para terapias de convalecencia que requieren una movilización rápida de este sistema.
•Rejuvenecedora: rejuvenece al estirar y estimular los músculos de la cara. Tiene, además, un efecto tonificante y antiarrugas.
•Facilita el sueño: las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio.
Efectos psicológicos de la risa
•Elimina el estrés: se producen ciertas hormonas (endorfinas y adrenalina) que elevan el tono vital y nos hacen sentir más despiertos.
•Alivia la depresión: nos hace ser más receptivos y ver el lado positivo de las cosas. Revitaliza la creatividad y la autoestima.
•Proceso de regresión: puede generar un retroceso a un nivel anterior de funcionamiento mental o emocional, generalmente como un mecanismo para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa. Disminuye la ansiedad.
•Exteriorización: a través de la risa las personas exteriorizan emociones y sentimientos. Ayuda a relajarse, el reír permite liberarse de inhibiciones.
También debemos hacer hincapié en los factores sociales de la risa, como su carácter contagioso, la salvación de situaciones socialmente incómodas y el poder comunicativo del humor. Éstos revisten una importancia terapéutica especial ante disfunciones de tipo social.
Pautas para poder reír
En algunos casos contados habrá que acudir a centros en los que se practique la risa y el buen humor como método terapéutico, pero lo habitual será autoadministrarse la risa buscando ocasiones para ello.
•Lo primero es trabajar la actitud ante la vida: con una sonrisa.
•Esforzarse en ver siempre "el vaso medio lleno y no medio vacío".
•Intentar encontrar cada vez nuevas posibilidades y no amargarse con los problemas.
•Evitar esa actitud de "tener un problema para cada solución".
•Leer libros de humor.
•Ver películas y obras de teatro cómicas.
•Intentar reírse de uno mismo en la intimidad. Hacerlo en sociedad es ya para niveles avanzados. •Ver programas de TV que fomentan la risa, sobre todo cuando es un buen humor que no se hace a costa de nadie.
Reírse es una función biológica necesaria para mantener el bienestar físico y mental.
Es una forma excelente para lograr la relajación, abrir nuestra capacidad de sentir y de amar.
Fuente: revista.consumer.es/web/es/20051101/interiormente/
Risoterapia o Geloterapia
(del griego gelos = reir)
En la China de hace cuatro milenios, la gente solía reunirse para reír y reequilibrar con ello su salud. Una práctica que también surgió de forma espontánea en India y en diversas culturas tribales.
Reír, simplemente reír.
Y aunque la mayoría podríamos afirmar que reímos todo el tiempo, la realidad es que, datos estadísticos avalados por la Universidad de Medicina de Munich (Alemania) demuestran que los niños de entre 3 y 10 años ríen unas 400 veces por día y los adultos solamente 20, es decir, unos 7 minutos cada día.
Justo cuando la geloterapia empieza a convertirse en un asunto serio.
El pionero en la época moderna de las investigaciones en esta terapia fue Normand Cousins. crítico y editor neoyorquino de Saturday Review. En 1964 fue diagnosticado con artritis espinal, un mal que además de ser doloroso, lo inmovilizaba.
Cousins cayó en una depresión y mientras más vulnerable era su estado de ánimo, más intensos eran sus dolores físicos.
Sus médicos le sugirieron distraerse de alguna forma. El editor decidió recorrer todos los cortos de El Gordo y el Flaco y la filmografía de los hermanos Marx. Cousins descubrió empíricamente que se encontraba mejor después de haber reído mucho y su dolor físico calmaba sensiblemente en las dos horas siguientes. Después de algunos meses se curó.
Y las investigaciones comenzaron.
Actualmente, la geloterapia no es considerada una terapia formal en medicina, pero se la imparte como asignatura de técnicas alternativas en las universidades de medicina de Estados Unidos, Canadá, España, Alemania y Francia.
La risa ha sido reconocida como un instrumento de terapia.
Hoy en día, más de mil "club de la risa" han surgido en centros hospitalarios del mundo Este movimiento, llamado “yoga de la risa”, fue creado por el Doctor Madan Kataria, en India, en 1995.
Grupos de todas las edades se reúnen para -a partir de una serie de técnicas- conseguir reír francamente entre 45 y 60 minutos por cada sesión.
Técnica que es muy apreciada en pacientes en recuperación quirúrgica y casos de cáncer.
La geloterapia sólo está contraindicada cuando hay desplazamiento de órganos (vejiga, por ejemplo), glaucoma, hernia abdominal, hemorroides activas, problemas cardiacos severos, hipertensión arterial, o después de una cirugía abdominal y durante un embarazo de riesgo, pacientes para quienes reír siempre será sano, pero quizás no como terapia elegida expresamente.
Para el resto de los mortales, como dirían los chinos : “30 risas al día garantizan la salud”.
Fuente: www.taringa.net/posts/info/945379/Los-efectos-de-la-risa.html
(del griego gelos = reir)
En la China de hace cuatro milenios, la gente solía reunirse para reír y reequilibrar con ello su salud. Una práctica que también surgió de forma espontánea en India y en diversas culturas tribales.
Reír, simplemente reír.
Y aunque la mayoría podríamos afirmar que reímos todo el tiempo, la realidad es que, datos estadísticos avalados por la Universidad de Medicina de Munich (Alemania) demuestran que los niños de entre 3 y 10 años ríen unas 400 veces por día y los adultos solamente 20, es decir, unos 7 minutos cada día.
Justo cuando la geloterapia empieza a convertirse en un asunto serio.
El pionero en la época moderna de las investigaciones en esta terapia fue Normand Cousins. crítico y editor neoyorquino de Saturday Review. En 1964 fue diagnosticado con artritis espinal, un mal que además de ser doloroso, lo inmovilizaba.
Cousins cayó en una depresión y mientras más vulnerable era su estado de ánimo, más intensos eran sus dolores físicos.
Sus médicos le sugirieron distraerse de alguna forma. El editor decidió recorrer todos los cortos de El Gordo y el Flaco y la filmografía de los hermanos Marx. Cousins descubrió empíricamente que se encontraba mejor después de haber reído mucho y su dolor físico calmaba sensiblemente en las dos horas siguientes. Después de algunos meses se curó.
Y las investigaciones comenzaron.
Actualmente, la geloterapia no es considerada una terapia formal en medicina, pero se la imparte como asignatura de técnicas alternativas en las universidades de medicina de Estados Unidos, Canadá, España, Alemania y Francia.
La risa ha sido reconocida como un instrumento de terapia.
Hoy en día, más de mil "club de la risa" han surgido en centros hospitalarios del mundo Este movimiento, llamado “yoga de la risa”, fue creado por el Doctor Madan Kataria, en India, en 1995.
Grupos de todas las edades se reúnen para -a partir de una serie de técnicas- conseguir reír francamente entre 45 y 60 minutos por cada sesión.
Técnica que es muy apreciada en pacientes en recuperación quirúrgica y casos de cáncer.
La geloterapia sólo está contraindicada cuando hay desplazamiento de órganos (vejiga, por ejemplo), glaucoma, hernia abdominal, hemorroides activas, problemas cardiacos severos, hipertensión arterial, o después de una cirugía abdominal y durante un embarazo de riesgo, pacientes para quienes reír siempre será sano, pero quizás no como terapia elegida expresamente.
Para el resto de los mortales, como dirían los chinos : “30 risas al día garantizan la salud”.
Fuente: www.taringa.net/posts/info/945379/Los-efectos-de-la-risa.html
2 comentarios:
Hola!
He dejado otro comentario pero la PC se cuelga y parece que no quedó... :(
Llegué hasta aquí porque nos visitó Corina solicitando un himno de Benielli, que lamentablemente no tenemos...
Me gustó mucho el blog y los post que comparten.
La tarea de los payamédicos es fabulosa!!!! Hemos compartido con mi hija varias actividades con ellos y realmente logran qwue momentos "difíciles" sean más llevaderos con una sonrisa.
Hasta pronto
Fabi
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