Hogar CRECER: marzo 2009
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Cutral Có, Neuquén, Argentina

28.3.09

Discapacidad y empleo - Terapia ocupacional



¿Quién emplea a las personas con discapacidad?

Desde 1981, rige en Argentina la Ley Nº 22.431 “Sistema de Protección Integral de los Discapacitados”.
La misma establece en el Art 8.- “El Estado Nacional, sus organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas del Estado y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, están obligados a ocupar personas discapacitadas que reúnan condiciones de idoneidad para el cargo, en una proporción no inferior al CUATRO por ciento (4%) de la totalidad de su personal.”
De esta manera impone a organismos nacionales y empresas privatizadas de servicios públicos, a contratar personas con discapacidades.
Si bien no todas las personas tienen la misma capacidad de trabajo, los que si pueden hacerlo no están en las mismas condiciones en un mercado competitivo como lo es el actual. Por eso, la Constitución Nacional desde 1994 plantea que el Estado necesita apoyar a las personas con discapacidad, para crear una sociedad integrada e igualitaria.
Desde nuestra experiencia, fue posible observar dentro del ámbito público y/o privado que la inserción laboral de personas con discapacidad se cumple en porcentajes muy por debajo de lo impuesto por la Ley.
Las organizaciones no gubernamentales dedicadas a la problemática, denuncian que más del 82 por ciento de los discapacitados de Argentina no tienen trabajo, mientras que sólo el 15 por ciento cuenta con el certificado de discapacidad, imprescindible para acceder a algún servicio, como la rehabilitación.
Graciela Muñiz, defensora adjunta de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires establece que: “El Estado es quien debe crear los espacios laborales para las personas con discapacidad haciendo cumplir el cupo laboral, pero también es quien se los bloquea. En Argentina tenemos una legislación espectacular, muchísimas leyes protegen a las personas con discapacidad; pero ninguna se cumple. El Estado argentino no quiere discapacitados trabajando en sus oficinas, solo le interesan los beneficios que se le otorgan por contratar a personas con capacidades diferentes. Por ejemplo, en la provincia bonaerense, las empresas se beneficiaban con un 50 por ciento de descuento en Ingresos Brutos. En tanto para la Nación, los empleadores que concedan empleo a personas con discapacidad tendrán derecho al cómputo de una deducción especial en el impuesto a las ganancias, equivalente al 70 por ciento de las retribuciones correspondientes al personal discapacitado en cada período fiscal. Mientras que en Argentina ni siquiera, incentivados por estos beneficios, los empresarios emplean a personas con algún tipo de discapacidad, en España están analizando la posibilidad de aumentar del 5 al 7 por ciento el cupo de empleo público para discapacitados.”

A partir de lo expuesto anteriormente y de la lectura de la bibliografía brindada por la cátedra buscamos fundamentar desde conceptos relacionados con ética, el rol profesional del Terapista Ocupacional frente a situaciones de discriminación laboral de personas con discapacidad.
Las personas con discapacidad son parte de la sociedad. Como ciudadanos, sujetos de derechos y obligaciones, conforman las comunidades.
Comunidad y discapacidad son dos términos que comúnmente se relacionan. La comunidad sostiene ciertos valores, ideas y practicas que producen un fenómeno nombrado como discapacidad.

+/- Utilizamos la expresión “personas que experimentan condiciones discapacitantes”

como punto de partida para describir que la participación en la vida diaria se ve limitada o totalmente anulada por factores que van más allá de la condición de discapacidad física o cognitiva, el contexto suele presentar innumerables barreras para acceder a la participación en igualdad de condiciones.
Aún en nuestros días, se margina y se excluye a la persona con discapacidad de participar activamente en diversos procesos de la sociedad, lo que en última instancia impide el pleno ejercicio de sus derechos.
Esto lleva a preguntarnos: ¿La sociedad trata de proteger a las personas con discapacidad o su comportamiento es una forma de excluirlos de la misma?
Entendemos que la sociedad quizás por protegerlos, cuidarlos, termina perjudicándolos, generando dependencia y cierta discriminación. Podemos mencionar situaciones que se viven en el día a día, entre ellas el bajo porcentaje de inserción laboral de personas con discapacidad en empresas públicas y/o privadas.
Esta falta de integración hace que estas personas se desempeñen en un campo restringido de acción, el cual esta dado por los limites impuestos por la sociedad en general.

Ahora bien, esto nos lleva a reflexionar y cuestionarnos ¿como deberíamos actuar como futuras terapistas ocupacionales frente a esta situación de acuerdo con los conceptos brindados desde la cátedra?
Para empezar a responder este interrogante creemos adecuado definir lo que se entiende por Profesión.
A comienzo de la modernidad determinadas prácticas comenzaron a adquirir un nuevo estatuto socio-político que las diferenciaba de las artes y oficios; surgiendo de esta manera las “profesiones”. Se entiende por profesión cualquier actividad humana social, producto de la acción de personas concretas mediante la cual se presta un servicio específico a la sociedad de forma institucionalizada. El tipo de servicio debe ser único, y por eso los profesionales reclaman el derecho de prestarlo a la sociedad en exclusiva. Sus prestaciones han de estar claramente definidas, de modo que el público sepa a que atenerse.
La profesión se considera como una suerte de vocación y de misión; por eso se espera del profesional que se entregue a ella e invierta parte de su tiempo de ocio preparándose para cumplir bien esa tarea que le esta encomendada. Los profesionales ejercen la profesión de forma estable, obtienen a través de ella su medio de vida y se consideran entre sí colegas formando así un colectivo que obtiene o trata de obtener, el control monopolístico sobre el ejercicio de la profesión.
Se accede al ejercicio de la profesión a través de un largo proceso de capacitación teórica y práctica.
Los profesionales reclaman un ámbito de autonomía en el ejercicio de su profesión, donde exige ser juez a la hora de determinar que forma de ejercer la profesión es correcta y que formas son desviadas. El afán de autonomía corresponde al deber de asumir la responsabilidad por los actos y técnicas de la profesión. Los profesionales deben reclamar sus derechos así como también asumir la responsabilidad por el correcto ejercicio de su profesión.
La profesión de T.O puede ser entendida como una práctica instituida desde fines internos ya que se puede considerar a la práctica; como cualquier forma coherente y compleja de actividad humana, creativa, establecida socialmente mediante la cual se realizan los bienes inherentes a la misma, mientras se intenta lograr los modelos de excelencia que son apropiados a una serie de actividades.
En esta profesión no pueden plantearse fines cualquieras ya que los mismos vienen dados, y son los que prestan su acción, sentido y legitimidad social. No podemos inventar los fines de las actividades profesionales, debido a que estos proceden de una tradición, la cual conviene conocer a fondo.
Si bien, estos fines tienen una larga trayectoria, los mismos han ido modulando sus metas, matizando las formas de ejercerse, modificando las relaciones entre los colegas y también las relaciones entre los destinatarios de la actividad profesional.
Estas modulaciones se deben a razones diversas como por ejemplo: el aumento de la capacidad técnica humana, pero por sobre todo el cambio de conciencia moral-social.
Aunque el fin de la profesión, como tal, sigue siendo el mismo, el tipo de relaciones humanas mediante las cuales se alcanza esa meta, el tipo de actitudes, ha cambiado notablemente. Esto exige a los profesionales desarrollar capacidad creativa e inventiva para alcanzar la meta de su profesión de una forma acorde a la conciencia moral, así como también desarrollar determinados hábitos en la práctica. Estos hábitos han recibido tradicionalmente el nombre de “virtudes”, las cuales son adquiridas y se van desarrollando a la largo de la vida.
Las virtudes que el Terapista Ocupacional debería desarrollar para alcanzar esos fines son:
· Empatía: Es la capacidad de un Terapista Ocupacional de vivenciar la manera en que siente la personada con discapacidad ante la situación de discriminación y de compartir sus sentimientos. Esta capacidad puede llevar a una mejor comprensión de su comportamiento o de su forma de tomar decisiones.
§ Fortaleza: Consiste en que el Terapista Ocupacional tenga el valor y la constancia para perseverar en el logro de sus objetivos, como por ejemplo: insertar la persona con discapacidad en un trabajo competitivo, no importando los obstáculos o soportando una mala situación con paciencia e inteligencia hasta el final sin derrumbarse.
§ Humildad: El Terapista Ocupacional no aspira a la grandeza personal que el mundo admira. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Es libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios que no le pertenecen.
§ Integridad: La integridad moral puede definirse como una cualidad del Terapista Ocupacional que le permite tomar decisiones sobre su comportamiento por sí mismo. Está muy relacionada con la concepción de sí mismo: sus comportamientos, creencias y forma de actuar frente a la discriminación laboral.
§ Prudencia: Consiste en que el Terapista Ocupacional actúe con reflexión y precaución para evitar posibles riesgos o daños, dispone la razón practica para discernir el bien y elegir los medios justos para realizarlos. Por ejemplo; evalúa la posibilidad de colocar a la persona con discapacidad en un puesto acorde a sus capacidades para evitar posibles daños y perjuicios.
§ Veracidad: El terapista Ocupacional debe tener la virtud de decir, usar o profesar siempre con la verdad. Debe saber qué decir, cuánto decir, y cómo decir.

El aporte desde Terapia Ocupacional frente a situaciones de esta índole, es valioso, ya que implementa diferentes estrategias para facilitar la equiparación de oportunidades, minimizar las desventajas, contribuyendo de esta manera a la satisfacción personal, a la integración y a una mayor calidad de vida.
Las intervenciones realizadas con personas discapacitadas brindan a las mismas un espacio terapéutico de soporte, organizador y apto para las singularidades, posibilitando ocuparse de sí y permitirse momentos de encuentro con otros; generan la posibilidad de inclusión en ámbitos comunitarios y promueven el desarrollo de estrategias para la autonomía y la construcción de proyectos de vida.
Por estas razones como futuras Terapistas Ocupacionales debemos dar oportunidades a las personas de elegir, organizar y desarrollar actividades de la vida diaria significativas y útiles, de explorar nuevas situaciones y así conseguir un mayor control sobre su salud y su destino.
Flexibilizar, reconstruir, deconstruir, resignificar, ampliar la mirada, interviniendo conjuntamente con la comunidad, para permitir de este modo, una visión distinta hacia las personas que presentan discapacidad, es un compromiso ineludible, para contribuir a la verdadera integración laboral.
El estar e interaccionar con las personas en sus vidas cotidianas nos coloca en una excelente situación para conocer y comprender las necesidades e intereses de aquellos a los que se pretende integrar contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa.
En la práctica no es el terapista quien decide por el paciente sino con el paciente. Los Terapeutas Ocupacionales deben ser agentes del cambio social, respetando la dignidad, protegiendo los derechos y promoviendo la autonomía y la libertad de las personas con discapacidad.
La Terapia Ocupacional se basa en los supuestos éticos, morales y filosóficos que tienen que ver con la naturaleza de la persona y su relación con el entorno humano y físico, y su fin es: Prevenir, mantener y restaurar el estado físico, mental y social del individuo que ha sufrido alguna disfunción; utilizando actividades para ayudar al mismo a adaptarse y funcionar efectivamente en su entorno físico y social, promoviendo la máxima independencia en todas las áreas de ejecución, esto es, en las actividades de la vida diaria, trabajo y tiempo libre.
Para que el fin pueda lograrse es necesario que exista:
· Relación TO – paciente: la misma debe ser asimétrica, ya que ambos no están en la misma situación, pero a la vez reciproca y de igual a igual.
· Dialogo entre las diferentes partes.
· Trabajo interdisciplinario.
· Valores como: respeto, comprensión, solidaridad, confianza, verdad, justicia.
· Énfasis en la formación del carácter moral.
Los fines de la profesión son principios o guías operativas porque no solamente son los cimientos e indican los pasos a seguir para el desempeño de nuestro rol laboral sino que también hacen legitimo el ejercicio profesional.
La ética profesional se puede plantear como una ética de la excelencia cuando los profesionales aspiran a la virtud tal como la entendía el mundo griego, como excelencia del carácter, en la medida en que el virtuoso era quien sobresalía, quien superaba la media en alguna actividad.
Quienes ingresan a cualquier actividad profesional tienen como requisito indispensable aspirar a la excelencia, es decir; no contentarse con la mediocridad, sino pretender esa aristocracia que ya no tiene que ser cosa de unos pocos sino de todos los que emplean parte de su esfuerzo en una actividad profesional. El profesional debe aspirar tanto a la excelencia física (ser competente en las habilidades propias de la profesión) como a la excelencia moral (emplear esas habilidades en el buen sentido), ya que una profesión no es un oficio ni una simple ocupación.
Ante cualquier situación de exclusión de una persona con discapacidad en un puesto laboral es importante que tanto el supuesto “empleador” y el Terapista Ocupacional puedan dar fundamentos éticos que justifiquen por qué actúan de esa manera, los empleadores rechazando a la persona del puesto de trabajo y los terapistas recomendando que la persona sea colocada en ese puesto.
Al tomar decisiones que afectan a otros debemos hacer una adecuada fundamentación, exigencia por la cual se juzga la calidad de la profesión
Por último debemos tener cuenta en nuestro desempeño como Terapistas Ocupacionales que la ética profesional busca determinar los derechos y obligaciones de sus miembros entre sí y con el resto de la sociedad; se auto-legitima por los códigos de ética profesional que son conjuntos normativos que refieren a un saber especifico, por lo que su incumplimiento es juzgado a la luz de ese saber.

CONCLUSIÓN

Si bien el avance de la tecnología logró que muchas personas con discapacidad puedan tener una vida “normal”, sin depender de otra persona en el día a día, lamentablemente, la falta de oportunidades laborales hace que dependan económicamente de sus familias sin poder independizarse definitivamente.
Increíblemente el Estado no cumple con las leyes que él mismo promulga y que obliga al resto a acatar. Si realmente se quiere una sociedad justa, integrada y solidaria el Estado debe dar el ejemplo.
Ejercer la profesión en Terapia Ocupacional, significa anteponer el bien del paciente a cualquier otro tipo de interés. Por lo que, mientras estas normativas no se cumplan y la sociedad no las integre por si sola, es deber de los Terapistas Ocupacionales hacer conocer cual es el alcance de su profesión en el ámbito laboral, realizando procesos de evaluación, orientación, adaptación, formación, colocación y seguimiento de la persona con discapacidad de manera que las mismas logren obtener, conservar y promoverse en un puesto de trabajo acorde a sus capacidades facilitando de este modo su integración o reintegración social.

BIBLIOGRAFÍA

· CORTINA, Adela: “Universalizar la aristocracia. Por una ética de las profesiones”. Asoc. De Bioética Fundamental y Clínica, Madrid, 1999.
· BRUSSINO, Silvia: “Ética de las virtudes y Práctica de la Medicina” en Osear E. Garay Comp. Responsabilidad Profesional de los Médicos, Fondo Editorial de Derecho y Economía, Buenos Aires 2002, paginas 341-369.
· ACTA Agencia de Noticias de la Central de Trabajadores de la Argentina. Derechos Humanos “¿Quién emplea a las personas discapacitadas?” 5 de Agosto de 2008.


Autora: Cecilia Cangénova
Lic. en Terapia Ocupacional
Univ. Nac. del Litoral


La escuela de ratones


Tríquiti tras, tríquiti tras,
la trompa delante y el rabo detrás.

Los ratones van a la escuela
de noche, con una vela.

Ratones tuertos con anteojos,
ratones con bonetes rojos,
ratones llenos de puntillas,
ratones en zapatillas.

Aprenden a comer queso
y después se dan un beso.
Aprenden a mover la cola
y a bailar en la cacerola.

La maestra dibuja en la harina
el mapa de la cocina.
Les muestra fotografías
de gatos en comisarías,
y cuando no hacen los deberes
los pincha con alfileres.

Los ratones vienen de la escuela
con un cuaderno y una vela.

Tríquiti tras, tríquiti tras,
la trompa delante y el rabo detrás.
María Elena Walsh
Libro: “Tutú Marambá”

27.3.09

Nada más




Con esta moneda
me voy a comprar
un ramo de cielo
y un metro de mar,
un pico de estrella,
un sol de verdad,
un kilo de viento,
y nada más.

María Elena Walsh
Libro: Tutú Marambá

26.3.09

Parálisis del calzado - Polineuropatía desmielizante

Polineuropatía desmielizante de origen tóxico por n-hexano:

“Parálisis del calzado”

INDICE

Introducción:
- Estado actual del conocimiento o estado del arte - Planteamiento del problema, tema seleccionado - Objetivo del trabajo
Desarrollo:
- Polineuropatía
- Clasificación
- Polineuropatia tóxica
- Clasificación
- Parálisis del calzado
- Características clínicas
- Prevención
- Tratamiento desde Terapia Ocupacional
- Adaptaciones
Conclusión
Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El término “Parálisis del Calzado” ha sido muy utilizado en otras épocas para denominar lo que actualmente se designa como polineuropatía desmielizante de origen tóxico por n-hexano.
Afecta al sistema nervioso periférico, produciendo un déficit motor que suele ser bilateral y simétrico afectando principalmente a extremidades superiores o inferiores, por lo que se denomina polineuropatía tóxica o también polineuritis tóxica.
La investigación de este tipo de enfermedades es muy escasa, durante 1998 se han notificado tres brotes de polineuropatía periférica a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. La primera notificación, al Centro Nacional de Epidemiología, se hizo el 20 de Mayo por la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha al detectarse tres casos en Albacete. Con motivo de su difusión a todas las Comunidades Autónomas se notificaron otros dos brotes producidos con anterioridad, uno en Alicante y otro en Barcelona.
En el momento actual sólo ha sido detectado pocos trabajadores afectados, que se encuentra en periodo de observación de enfermedad profesional. Los síntomas mejoran durante los periodos de descanso y vacaciones.
Es necesario hacer hincapié en la atención primaria de esta enfermedad, como así también en la atención de las deficiencias que conlleva esta enfermedad con el paso del tiempo, etapa en la que el Terapista Ocupacional cumple un rol fundamental.
El objetivo de la realización del siguiente trabajo , es investigar acerca de esta patología casi desconocida, conocer sus causas principales, tratamiento, prevención, reeducación/adaptación del paciente de modo que alcance su máxima capacidad para realizar una vida lo más normal e independiente posible, desde el punto de vista físico, psíquico, social y laboral, optimizando las capacidades residuales del paciente, minimizando sus déficit y teniendo en cuenta su forma de vida y el entorno sociofamiliar que le rodea.

DESARROLLO

NEUROPATÍA PERIFÉRICA

Es un término general, que indica la existencia de un desorden de nervios periféricos de cualquier causa. Las manifestaciones de la neuropatía pueden ser tan diversas que es difícil para los médicos conocer donde empezar y como proceder.El objetivo de este trabajo es establecer una aproximación general hacia la Polineuropatía: sus distintas presentaciones, diagnósticos diferenciales, formas de
estudio, manejo, etc.

POLINEUROPATÍA

La Polineuropatía es un subgrupo de desórdenes de nervios periféricos que es típicamente caracterizado por ser un proceso simétrico y diseminado, habitualmente distal y gradual, que puede presentar pérdida sensitiva, debilidad muscular o una combinación de ambas. A menudo ocurre como efecto de medicamentos o como manifestación de una enfermedad sistémica. La velocidad de progresión de la polineuropatía más el carácter de ésta (axonal o desmielinizante) puede ayudarnos a identificar su etiología.
La Polineuropatía debe ser distinguida de otras enfermedades del SNP, incluyendo las Mononeuropatía y la Mononeuropatia Múltiple (Neuropatía Multifocal), y de algunos desordenes del SNC.

CLASIFICACIÓN

Aunque las polineuropatías implican una amplia gama de procesos simétricos, usualmente distales y graduados, son totalmente diversas debida a una variedad en el tiempo, severidad, mezcla de síntomas sensitivos o motores y la presencia o ausencia de síntomas. La clasificación ha llegado a ser muy compleja a medida de que se identifican nuevos subgrupos y nuevas asociaciones con drogas y toxinas. Las siguientes son las principales características de los grupos mayores de polineuropatías:

* Según Síntomas Predominantes:

Polineuropatías Motoras

En las polineuropatías simétricas adquiridas, los músculos extensores y abductores tienden a presentar mayor compromiso que los músculos de la flexión y aducción. Por ejemplo la debilidad en las extremidades inferiores, suele afectar a los músculos peroneo y tibial anterior, con el consiguiente pie en péndulo y debilidad en la eversión, más que el grupo del gastrocnemio y/o a los inversores del pie. En la mayor parte de las polineuropatías, las piernas se afectan más que los brazos y los músculos distales con mayor intensidad que los proximales.

Polineuropatías sensitivas

Suelen presentar sensación de hormigueo, quemazón, clavadas en bandas a nivel talones o las puntas de los dedos de los pies o de forma generalizada en las plantas. Al empeorar el proceso, el déficit sensitivo se desplaza centrípetamente de forma gradual en calcetín. Puede haber compromiso de la marcha por alteración propioceptiva.

* Según Tiempo de evolución:

Polineuropatía axonal aguda

Evoluciona en días y en general son poco frecuentes; como ejemplos están la neuropatía porfírica y las intoxicaciones masivas (arsénico: ingesta de 100 mg de óxido arsenioso). Ej. de caso: al inicio de los síntomas presentará vómitos, diarrea y falla circulatoria, de evolución en pocas horas. Dentro de 1 a 3 días desarrolla insuficiencia renal y hepática, apareciendo polineuropatía al cabo de 14 a 21 días. Luego de alcanzar una intensidad máxima, el paciente se recupera en meses.

Polineuropatía axonal sub aguda

Evolución en semanas, hasta 6 meses. Características son las polineuropatías tóxicas y metabólicas.
El tratamiento implica la eliminación del agente causal o el tratamiento de la enfermedad sistémica asociada.

Polineuropatía axonal crónica

Evolución desde 6 meses a muchos años. En términos generales están las neuropatías hereditarias cuya evolución es con deterioro lento y progresivo durante más de cinco años con ausencia de síntomas positivos, la existencia de un déficit principalmente motor y carencia de un trastorno sistémico que mejor explica la causa. Son principalmente de herencia autosómica dominante, aunque también existen variedades de herencia recesiva y ligada al cromosoma X.

Polineuropatía desmielinizante aguda

Comprende enfermedades como el Síndrome de Guillain-Barré y polineuritis diftérica (rara)

Polineuropatía desmielinizante crónica

Comprende neuropatías hereditarias inflamatorias, neuropatías asociadas a DM, disproteinemias y otros trastornos metabólicos.

Polineuropatía desmielinizante sub aguda

Son todas de tipo adquirida, pudiendo ser producidas por toxinas o por mecanismos autoinmunes.

Clasificación:

POLINEUROPATÍAS TÓXICAS

TÓXICO - SIGNOS Y SÍNTOMAS

ACRILAMIDA

DESCOORDINACIÓN EN LA MARCHA. DESCAMA­CIÓN DE LA PIEL DE LAS MANOS Y DE LA PLANTA DE LOS PIES. SUDORACIÓN PROFUSA EN PALMAS.

ARSÉNICO

HORMIGUEOS DISTALES PRECOCES. DOLOR EN EXTREMIDADES SOBRE TODO A NIVEL DE LAS PANTORRILLAS.

N-HEXANO

DEBILIDAD MUSCULAR EN PIERNAS. HORMIGUEOS DISTALES Y DEBILIDAD MUSCULAR. PÉRDIDA DE PESO, FATIGA Y CALAMBRES.

MERCURIO

PREDOMINANTEMENTE SENSITIVA.

PLOMO

AFECTA PRIMORDIALMENTE A LOS MÚSCULOS EXTENSORES DE LA MUÑECA.

Clasificación extraída del Instituto Nacional de seguridad e higiene en el trabajo

Polineuropatía desmielizante de origen tóxico por n-hexano:

“Parálisis del calzado”

El término “Parálisis del Calzado” ha sido muy utilizado para denominar lo que actualmente se designa como polineuropatía desmielizante de origen tóxico por n-hexano. Desde el punto de vista clínico, esta enfermedad laboral, es una intoxicación que afecta al sistema nervioso periférico, produciendo un déficit motor que suele ser bilateral y simétrico afectando principalmente a extremidades superiores o inferiores, por lo que se denomina polineuropatía tóxica o también polineuritis tóxica. Desde el punto de vista laboral, no es una afección que aparezca sólo en el calzado, sino que también se puede producir en todos aquellos sectores donde se utilicen adhesivos y disolventes: muebles, pinturas, astilleros, etc.
El agente causal está perfectamente identificado y se trata n-hexano: es un hidrocarburo alifático saturado, fácilmente inflamable y volátil. Uno de sus principales usos es como disolvente de colas y adhesivos utilizados para la fabricación del calzado. El n-hexano comercial es una mezcla de isómeros del hexano unido a otros hidrocarburos como el ciclopentano, el ciclohexano, el pentámero y sus isómeros. La proporción de n-hexano puede variar ampliamente, según el preparado comercial, desde pequeñas cantidades, menos de un 5%, hasta 20% y pudiendo llegar a un máximo del 85%.
Por lo tanto, lo más correcto es denominar a la enfermedad, como polineuropatía o polineuritis por n-hexano.
La exposición a colas y adhesivos conteniendo mezclas de disolventes orgánicos es uno de los riesgos tradicionalmente presente en el sector del calzado. El n-hexano, es uno de esos disolventes y se ha identificado como el responsable de ésta enfermedad”.
Es una polineuropatía de carácter sub. agudo, que afecta principalmente a las extremidades inferiores, con pérdida progresiva de fuerza, con afectación, por lo general, bilateral y de carácter simétrico. Puede acompañarse de alteraciones de la sensibilidad en forma de parestesias o dolores en forma de calambre. El mecanismo de acción del n- hexano es a través de un metabolito de este producto, la 2- 5 hexanodiona, que forma enlaces con los grupos amino de las proteínas de las terminaciones nerviosas, produciéndose una degeneración axonal.

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

La enfermedad se caracteriza por una pérdida de fuerza progresiva, de forma subaguda. El diagnóstico diferencial, respecto de otras polineuropatías periféricas, se basa en la simetría de la parálisis, en la extrema rareza de la pérdida de sensibilidad, en la ausencia de alteraciones en el líquido cefalorraquídeo y, por encima de todo, el conocimiento de la existencia de exposición previa a solventes que contengan n-hexano, y en la detección de más de un caso en la misma industria. El diagnóstico es clínico y electromiográfico y la sintomatología remite al cesar la exposición al tóxico, con un tratamiento adecuado y temprano. Se puede decir que es una enfermedad grave, pero con buen pronóstico.

La principal vía de absorción del n-hexano, en el medio laboral, es la vía respiratoria por inhalación de vapores.

Los síntomas y signos pueden ser a veces desconcertantes y complejos:

Signos y síntomas de afectación sensitiva

La mayoría de las polineuropatías tienen tanto disfunción sensitiva como motora; sin embargo, en algunas ocasiones el patrón es exclusivo o muy predominante de una de ellas
Parestesias. Son sensaciones anormales que el paciente experimenta en ausencia de estímulo desencadenante. Generalmente se describen como sensación de acorchamiento u hormigueo, aunque también puede ser sensación de frío, calor o quemazón
Disestesia. Es una falsa sensación de dolor desencadenada por estímulos inadecuados, normalmente táctiles, que pueden ser simplemente el roce de las sábanas en la cama. Ambos síntomas pueden y suelen acompañarse de dolor y a veces es difícil que el paciente lo diferencie en principio, por lo que será necesario insistir en el interrogatorio.

Signos y síntomas de afectación motora

Cuando existe afectación de los nervios motores periféricos, el síntoma principal es la pérdida de fuerza que puede ir desde una debilidad leve hasta la parálisis completa y suele ser distal. El paciente expresará una pérdida de fuerza distal en las extremidades superiores como incapacidad para realizar movimientos delicados con los dedos como abrochar botones. La pérdida de fuerza proximal en las extremidades superiores causa dificultades para peinarse o lavarse los dientes. En las extremidades inferiores la pérdida de fuerza distal causa caídas y tropezones por la dificultad de realizar la dorsiflexión completa del pie mientras se camina. Una pérdida de fuerza proximal en las extremidades inferiores dificulta poderse levantar de una silla o subir escaleras. Los calambres musculares (contracciones dolorosas de un músculo) o las fasciculaciones (movimientos espontáneos de las fibras musculares inervadas por la misma unidad motora) suelen deberse a alteraciones de las motoneuronas periféricas, pero son síntomas que raramente están presentes

Prevención de la parálisis del calzado:

Se trata de un problema sanitario importante porque aunque la frecuencia, afortunadamente sea baja, la gravedad/intensidad de los daños es muy alta, al poder llegar a producir parálisis, sobre todo de miembros inferiores a veces irreversibles. La prevención primaria incluye, entre otras, medidas que van desde el tratamiento global del problema, la sustitución del producto por materiales menos tóxicos, pasando por la utilización de sistemas de ventilación localizada, cabinas de aislamiento, hasta la utilización de equipos de protección individual.

La prevención se caracteriza por:

· Las acciones principalmente deben estar dirigidas a trabajadores que desarrollaban su actividad en el domicilio, por ser donde han ocurrido las exposiciones en gran parte de los casos. Esta circunstancia, no solo dificulta la aplicación de medidas de prevención primaria, sino que amplia la población en riesgo al ámbito familiar.
· Utilización coordinada de los recursos de prevención y asistenciales disponibles
· Mantenimiento de las actividades de asesoramiento y reforzar periódicamente las actividades preventivas, de información y control.
· Sustituir las técnicas del pegado paulatinamente e incorporar las técnicas tradicionales del cosido y clavado
· Utilización de medidas de protección colectiva (aparatos o cabinas de extracción de aire), individual (mascarillas, guantes), y existencia de aparatos o cabinas de extracción de aire.
· Instalación de cabinas con extracción localizada en el puesto de trabajo de encolado.
· Instalación de un sistema de aspiración en la zona de secado en árbol.
· Utilización de cemento con una proporción del 2% del n-hexano
· Uso de mascarillas por parte de los encalladeros.
· Educación sanitaria a los trabajadores sobre la necesidad de mantener siempre (incluso en invierno) bien ventilado el local.
· Exploración neurológica periódica a todos los trabajadores que utilicen toxico
· Elaboración de folletos informativos sobre el uso de adhesivos para distribuir en las localidades donde se realizan labores de este tipo.

Tratamiento desde Terapia Ocupacional

Si bien el tratamiento para este tipo de patologías incluye la participación de un equipo interdisciplinario constituido por medico neurólogo que diagnostique y recete la medicación específica, Psicólogos, Terapista Físico, Terapista Ocupacional, etc.
El Terapeuta Ocupacional tiene una visión bio-psico-social del ser humano lo que le permite intervenir, como miembro de un equipo de rehabilitación, en todos los niveles del proceso. Su participación es fundamental ya que va a intervenir con el fin de incrementar la función independiente, mejorar el desarrollo y prevenir la discapacidad. Puede incluir la adaptación de las tareas o el ambiente para lograr la máxima independencia y mejorar la calidad de vida , atendiendo la problemática con la que el paciente llega al consultorio, buscando evitar la progresión de la enfermedad, transmitiendo técnicas de auto cuidado que maximicen sus capacidades remanente.
El paciente generalmente mejora con un programa intensivo de rehabilitación. Con el inicio de las técnicas de rehabilitación tan pronto como se alcanza la estabilidad medica, se introdu­cen actividades para estimular el uso muscular activo y preve­nir atrofia o hipertrofia.
Una precaución común en el programa de rehabilitación es evitar la fatiga para proteger la función futura, Es esencial el apo­yo psicológico, el uso práctico de la musculatura en actividad productiva y b estimulación social para que los pacientes participen en los objetivos de la rehabilitación.
Las metas generales de la rehabilitación incluyen pre­vención de contracturas, disminución gradual del programa ini­cial de reposo, ejercicios articulares pasivos y activos en el arco de movimiento para los miembros afectados, actividad para fortalecimiento y coordinación muscular, recuperación de la sensi­bilidad, aumento de la actividad según la tolerancia del pacien­te, colocación de férulas para prevenir deformidad por atrofia y desuso, un programa de cuidados personales para estimular funciones independientes y ayudas técnicas.
El terapeuta ocupacional idea un programa dirigido a la mejoría gradual de las funciones activas. Dado que el paciente puede estar totalmente paralizado cuando es derivado a te­rapia ocupacional
Desde el inicio del tratamiento, las actividades de cuida­dos personales favorecen la estimulación sensoria motora. El paciente puede vestirse cuando aumenta la tolerancia física y mantiene un arco de movimiento articular activo suficiente.
A medida que el paciente recupera funciones, el progra­ma cambia de grado para aumentar la fuerza y la coordinación.
Se estimula así al paciente a funcionar de forma independiente siempre que sea posible y a solicitar ayuda sólo cuando sea necesario. Asociado con el fisioterapeuta, el Terapeuta Ocupa­cional controla la recuperación del control muscular individual y la presencia de atrofia muscular.
Es importante destacar en el tratamiento que las actividades recreativas mejoran la resistencia física y la co­ordinación.
Se utilizan dos marcos de referencias para abordar la patología estudiada:

1-El marco de referencia Biomecánico: que basado en la confluencia del movimiento y el desempeño ocupacional. Estas intervenciones pueden dividirse en tres enfoques: la prevención de la deformidad y el mantenimiento de la capacidad para moverse, recuperación de la capacidad para moverse y compensación del movimiento limitado, tienen como objetivo minimizar cualquier distancia entre las capacidades limitadas de movimiento de las personas y los movimientos necesarios para el desempeño normal de sus tareas ocupacionales.

2- Marco de referencia Rehabilitativo: que enseña al paciente a compensar el déficit subadyacentes que no pueden remediarse. Se centra en el uso de habilidades remanentes para lograr el nivel más alto de independencia en las actividades de automantenimiento, productividad y esparcimiento.

Etapas del tratamiento de Terapia Ocupacional

EVALUACIÓN

Se llevan a cabo una serie de evaluaciones que tienen como objetivo detectar las lesiones nerviosas tanto sensitiva como motoras.
* Evaluación Funcional: evalúa la función motora, el tono muscular, la coordinación, el equilibrio, las prensiones, la lateralidad y la fuerza muscular.
* Evaluación de Sensibilidad (batería de sensibilidad): registra el grado de sensibilidad en manos, valorando sensibilidad superficial conciente: táctil, térmica, dolorosa ; sensibilidad profunda conciente: presión, vibración y actitud segmentaria y esterognosia(sensibilidad combinada)
* Índice de Barthel: evalúa el grado de incapacidad funcional que tiene el paciente en relación a las AVD. Puntúa en incapacidad funcional severa, grave, moderada o ligera. consta de 10 ítems, su puntuación varia de 100 a 0 desde la máxima independencia hasta la máxima dependencia, respectivamente. Por sus características de validez, fiabilidad y sensibilidad, es una escala que describe el estado funcional del paciente y detectar los cambios, aunque es criticada por su escasa sensibilidad para medir pequeñas alteraciones.

PLAN DE TRATAMIENTO

El tratamiento se basa, por lo general, en los siguientes objetivos:

OBJETIVOS A LARGO PLAZO:

Aumentar fuerza muscular en miembros superiores
Mantener función en miembros superiores
Lograr independencia en AVD
Disminuir parestesias

OBJETIVOS A CORTO PLAZO:

Disminuir temblor en movimientos voluntarios
Incrementar fuerza en destrezas de prensiones finas y gruesas
Mantener arco de movimiento activo
Entrenar en el uso de ayudas técnicas para AVD de vestido
Estimular sensibilidad superficial y profunda en ambas manos.

ACTIVIDADES:

Se trabaja con actividades de:

Peso:
Botellas con peso
Escalador
Pesos de distintos tamaños y actividades contra resistencia
Muñequeras con diferentes pesos.

Sensibilidad:
Bateas con diferentes texturas
Pelotas de gomas con texturas

Fuerza muscular:
Dediles
Bandas de gomas de diferentes densidades

Técnicas de AVD para prevenir accidentes
Confección de ayudas técnicas.

Las Ayudas Técnicas son utensilios, dispositivos, aparatos o adaptaciones, producto de la tecnología, que se utilizan para suplir movimientos o ayudar en las limitaciones funcionales de las personas con discapacidad.
Se trata de "herramientas para vivir" empleadas por quienes de un modo u otro no se desenvuelven con la capacidad física o sensorial normal.
Las adaptaciones proporcionan apoyo o ayuda para maximizar la independencia de la persona en las actividades de la vida diaria.
Dentro de ellas encontramos:

Abotonador: El abotonador se utiliza en casos en lo que sea imposible realizar la abotonadura de la ropa, bien por falta de destreza, coordinación, incapacidad de realizar pinzas finas, etc. En estos casos, la persona afectada podrá realizar el vestido de la parte superior independientemente.

Engrosadores de mango: facilitan el agarre y la sujetación de los utensilios y diferentes elementos. Tienen la ventaja de facilitar la pinza y la presa de los mismos. Están indicados para las distintas patologías que implican una disminución de la fuerza en la pinza, una disminución en la coordinación o deformidad de las articulaciones.

CONCLUSION

Luego de todo el trabajo presentado, se concluye que si se diagnostica de manera acertada la Polineuropatía desmielizante de origen tóxico por n-hexano, y se realiza un adecuado tratamiento, la persona puede obtener mejoras en este aspecto. Asimismo, se deben tener siempre presente todos los puntos en que se hicieron hincapié en el trabajo:
* Se trata de una enfermedad profesional de baja frecuencia, con un número de casos poco significativos sobre todo a partir de la segunda mitad de los años 70. En los últimos veinte años el mayor número de casos se produce en la economía sumergida.
* Aparece en situaciones de deficientes condiciones de trabajo, debido a una excesiva duración de la exposición diaria, unido a malas condiciones higiénicas del puesto de trabajo: local inadecuado, mal ventilado, etc.
* La prevención de esta enfermedad se lograría con un buen control de riesgos, basado en menores tiempos de exposición y unas buenas condiciones de ventilación y de tamaño de locales.
Luego de la investigación y recorrida bibliografica se presentaron las características clínicas, los signos y síntomas tanto motores como sensitivos, como así también se destaca la importancia de la prevención, su tratamiento y sostener que el paciente mejora con un programa intensivo de rehabilitación
La participación del Terapista Ocupacional en el equipo de rehabilitación es necesaria para lograr, junto con el paciente, el logro de los objetivos del plan de tratamiento, que tienen como fin minimizar la aparición de secuelas y maximizar las funciones remanentes del paciente para que éste pueda desempeñarse de manera funcional en su vida cotidiana.
El T.O realiza una de las etapas más importantes en el tratamiento, cumple la función de evaluar las condiciones psicofísicas que presenta la persona, para luego tratar de potencializar las capacidades remanentes del paciente como así también evitar la aparición de complicaciones futuras, realizar la prevención necesaria, reeducación y confección de adaptaciones necesarias permitan a la persona desempeñarse de manera funcional e independiente en las actividades de la vida diaria.

BIBLIOGRAFÍA

FUSTINONI, Osvaldo –DASSEN Rodolfo
“Sistema Nervioso”Buenos Aires Editorial El Ateneo. Séptima edición
Kielhofner, Gary” Fundamentos conceptuales de la Terapia Ocupacional”.3er Edición. Editorial Panamericana. Año 2006
Krusen, Frank “Medicina física y rehabilitación”. 4ta Edición. Editorial Panamericana. Año 1997.Editorial El Ateneo. Séptima edicióN
Willard y Spackman. “Terapia Ocupacional”10ma Edición. Editorial Médica Panamericana. Año 2001.

Paginas de Internet:
www.escuela.med.puc.cl/publ/TemasMedicinaInterna.
www.isciii.es/htdocs/centros/epidemiologia/boletin_semanal
www.mtas.es/insht
www.scsmt.cat/scsmt/text_complert/1998_n.3.casos.pdf
http://www.sp.san.gva.es/progSalud.jsp
www.terapiaocupacional.com/articulos

Licenciatura en Terapia Ocupacional
Universidad Nac. del Litoral
Autora: Cecilia Cangénova


24.3.09

"Un ataque de lucidez"


Superar la enfermedad

En el best seller “Un ataque de lucidez”, una científica víctima de un derrame cerebral cuenta su experiencia. La relación con médicos y familia.

H e oído a médicos decir: “si no ha recuperado sus facultades seis meses después del ictus, no las recuperará nunca”. Créanme, eso no es verdad. Noté mejoras significativas en la capacidad de mi cerebro para aprender y funcionar durante ocho años enteros después del ictus, y fue entonces cuando decidí que mi mente y mi cuerpo estaban curados por completo. Los científicos son plenamente conscientes de que el cerebro tiene una increíble capacidad para cambiar sus conexiones, basándose en los estímulos que le entran. Esta “plasticidad” del cerebro es la base de su capacidad para recuperar las funciones perdidas. Desde mi punto de vista, el cerebro es como un patio de recreo lleno de niños. Miras el patio del recreo y ves un grupo de niños jugando al fútbol, y a otro grupo actuando como monos en los aparatos de trepar, y a otro grupo rondando por el foso de arena. Cada uno de estos grupos de niños está haciendo cosas diferentes pero similares, más o menos como los diferentes conjuntos de células del cerebro. Si quitas los aparatos de trepar, esos niños no se van a marchar; se juntarán con otros y empezarán a hacer cualquier otra cosa que puedan hacer.
Lo mismo ocurre con las neuronas. Si borras la función genéticamente programada de una, esas células morirán por falta de estímulo o encontrarán algo nuevo que hacer. Yo necesitaba que la gente que me rodeara creyera en la plasticidad de mi cerebro y en su capacidad de crecer, aprender y recuperarse.

Desde el principio, era de vital importancia que mis cuidadores me dieran la libertad de prescindir de mis logros pasados para poder identificar nuevas zonas de interés. Necesitaba que la gente me quisiera, no por la persona que yo había sido, sino por la persona en la que podría convertirme. En la esencia de mi alma, yo era el mismo espíritu que ellos amaban. Pero debido al trauma, ahora los circuitos de mi cerebro eran diferentes, y con ello cambió mi percepción del mundo. Aunque parecía la misma y al final llegaría a andar y hablar igual que antes del ictus, ahora el cableado de mi cerebro era diferente, y también lo eran muchos de mis intereses, gustos y aversiones.
Mi mente estaba muy deteriorada.
Necesitaba desesperadamente que la gente me aceptara como la persona que era en aquel momento. Necesitaba que los que me rodeaban me animaran. Necesitaba saber que todavía valía algo. Necesitaba tener sueños en los que avanzar.
Por otro lado, era imprescindible poner a prueba inmediatamente mis sistemas cerebrales. Había conexiones rotas en mi cerebro y era importantísimo que las reestimuláramos antes de que las neuronas murieran u olvidaran por completo cómo hacer lo que estaban diseñadas para hacer. Nuestro éxito en la recuperación dependía por completo de encontrar un equilibrio saludable entre mis esfuerzos de vigilia y el reposo del sueño.
Durante varios meses, después de la operación, tuve prohibidos la TV, el teléfono y la radio. No contaban como relajación propiamente dicha, porque me chupaban la energía, dejándome letárgica y sin interés por aprender. Además,
G.G. (mi madre) se dio cuenta que había que plantearme solo preguntas de múltiples opciones y nunca preguntarme por sí, o no. La elección forzada exigía que yo abriera viejos archivos o creara otros nuevos. Las preguntas de “sí o no” no me hacían pensar de verdad, y G.G. rara vez dejaba pasar la oportunidad de activar una neurona.

C omo mi cerebro había perdido la facultad de pensar linealmente, tuve que reaprender el cuidado personal básico, incluyendo cómo vestirme. Necesité que me enseñaran a ponerme los calcetines antes de los zapatos y por qué. Aunque no podía recordar la función de los artículos corrientes del hogar, era muy creativa en lo que elegía para cada propósito. Aquel proceso de exploración era apasionante. Quien iba a decir que un tenedor era fabuloso para rascarse la espalda.
Yo tenía una energía limitada, así que cada día elegíamos con mucho cuidado en qué iba a invertir mis esfuerzos. Tenía que definir mis prioridades para recuperar lo que más me interesaba y no malgastar energía en otras cosas. Decidí concentrar mi rehabilitación en un proyecto artístico que me ayudara a recuperar mi energía física como mi destreza manual y mi procesamiento cognitivo.
Aunque no necesitaba terapia física, pasé bastante tiempo en terapia de lenguaje durante cuatro meses después de la operación. Hablar era menos problemático para mí que leer. G.G. ya me había enseñado las letras del alfabeto y los sonidos que corresponden a cada uno de esos garabatos, pero enlazarlos en forma de palabras y después añadir un significado era más de lo que mi cerebro se atrevía a intentar. Leer y tratar de entender era un desastre. Mi primera sesión con mi terapeuta de lenguaje, Amy Arder, tuve que leer una historia que contenía 23 datos. Ella me hizo leer la historia en voz alta y después me hizo preguntas. De las 23 preguntas, acerté 2. Cuando empecé a trabajar con Amy, podía leer las palabras en voz alta pero no asignar un significado a los sonidos que salían de mi boca. Con el tiempo podía leer una palabra cada vez, asignarle un significado a aquel sonido y después pasar a la siguiente palabra.. Creo que gran parte del problema consistía en que no podía relacionar un momento con el siguiente ni pensar linealmente. Mientras cada momento existiera en aislamiento, yo no podía engarzar ideas ni palabras. Pero dentro me sentía como si la parte lectora de mi cerebro se encontrara prácticamente muerta y no estuviera interesada en volver a aprender. Semana tras semana, guiada por Amy y G.G., dí los pasos necesarios para alcanzar mis objetivos. Era muy emocionante, porque recuperar el vocabulario significaba recuperar alguno de los archivos de mi cerebro.
Me quedaba agotada solo con intentarlo, pero poco a poco, palabra difícil a palabra difícil, se fueron abriendo archivos y me encontré con la vida de la mujer que había sido antes.

Para recuperarme con éxito, era importante que nos centráramos en mi capacidad, no en mi incapacidad. A base de celebrar mis logros cada día, permanecía centrada en lo bien que lo estaba haciendo. Decidí que no importaba si era capaz de andar, hablar o recordar mi nombre. Aunque lo único que hiciera bien fuera respirar, celebrábamos que estuviera viva… y respirábamos hondo juntas. Si me tambaleaba, podíamos celebrar que estuviera erguida. Si babeaba, podíamos celebrar que tragara. Era demasiado fácil centrarse en mis incapacidades, porque eran muchísimas. Necesitaba que la gente celebrara los triunfos que lograba a cada día, porque mis éxitos, por pequeños que fueran, me inspiraban.
Uno de los secretos fundamentales de mi éxito era que tomé la decisión cognitiva de no ponerme trabas a mí misma durante el proceso de recuperación. Con una actitud agradecida se llega muy lejos en cuestiones de curación física y emocional. Hubiera sido muy fácil, m il veces al día, sentirme menos de lo que había sido antes. Al fin y al cabo, había perdido la mente, y por consiguiente tenía razones legítimas para sentir lástima de mí misma. Pero, por suerte, la alegría y la celebración de mi mente derecha eran tan fuertes que no querían dejarse desplazar por la sensación que acompañaba a la autodesaprobación y la depresión. Una parte de no ponerme trabas emocionales consistía en que necesitaba aceptar el apoyo, el amor y la ayuda de otros. La recuperación es un proceso a largo plazo y pasarían años antes de que tuviéramos cierta idea de lo que iba a recuperar. Necesitaba dejar que mi cerebro se curara, y para eso tenía que permitir y agradecer que me ayudaran.
Antes del ictus, yo había sido independiente en extremo. Trabajaba durante la semana como científica, iba de gira los fines de semana como la Científica Cantante y me las arreglaba completamente sola en mis asuntos domésticos y personales. Me incomodaba aceptar ayuda, pero en aquel estado de incapacidad mental necesitaba dejar que la gente hiciera cosas por mí.

El éxito de mi recuperación dependía por completo de mi capacidad de descomponer cada tarea en pasos o actos más pequeños y simples.
Como no podía pensar linealmente, necesitaba que todos asumieran que yo no sabía nada, para poder reaprenderlo todo desde el principio.
Los fragmentos de información ya no encajaban unos con otros en mi cerebro. Por ejemplo, podía no saber utilizar un tenedor y podía necesitar que me lo enseñaran en varias ocasiones diferentes.. Necesitaba que mis cuidadores me enseñaran con paciencia. Si no entendía algo, era porque aquella parte de mi cerebro tenía un agujero y no podía absorber la información. Cuando la gente levantaba la voz al enseñarme, yo tendía a cerrarme. Era imprescindible que mis cuidadores recordaran que yo no estaba sorda, simplemente, mi cerebro estaba dañado.
Necesitaba que la gente se me acercara y no tuviera miedo de mí. Necesitaba desesperadamente su bondad. Necesitaba que me tocaran, que me frotaran el brazo, que me tomaran la mano o que me limpiaran con amabilidad la cara si babeaba. Sé que puede ser muy incómodo para una persona sana intentar comunicarse con alguien que ha tenido un ictus, pero yo necesitaba que mis visitantes me aportaran energía positiva. Dado que la conversación estaba obviamente descartada, agradecía que las personas se quedaran solo unos minutos, me tomaran las manos y me dijeran despacito y en voz baja cómo les iba, qué pensaban y que confiaban en mi capacidad de recuperarme.

Me resultaba muy difícil tratar con gente que llegaba con energía de mucha ansiedad. Necesitaba de verdad gente que se responsabilizara del tipo de energía que me traía. Animábamos a todo el mundo a desfruncir el entrecejo, abrir el corazón y traerme amor. La gente muy nerviosa, ansiosa o irritada era contraproducente para mi curación. Una de las principales cosas que aprendí fue a sentir el componente físico emoción. La alegría era una sensación en mi cuerpo. La paz era una sensación en mi cuerpo. Tomaba mis decisiones basándome en lo que sentía por dentro. Había ciertas emociones, como la ira, la frustración o el miedo, que me resultaban incómodas cuando fluían a través de mi cuerpo. Así que le decía a mi cerebro que no me gustaba aquella sensación y no quería conectarme con aquellos circuitos neuronales. De pronto tenía mucho más dominio sobre lo que sentía y durante cuánto tiempo, y me oponía rotundamente a reactivar viejos circuitos neuronales dolorosos. Sabía que nadie tenía el poder de hacerme sentir nada, excepto yo y mi cerebro. Nada exterior a mí tenía el poder de arrebatarme mi paz de corazón y mente. Aquello dependía por completo de mí. Puede que no tenga un control total de lo que ocurre en mi vida, pero soy yo quien decido cómo quiero percibir mi experiencia.

Jill Bolle Taylor
Doctora en Neuroanatomía

Accidente cerebrovascular


Este artículo con vocabulario claro y aportes sumamente prácticos sobre esta patología, puede ser de gran utilidad a familias que de pronto se encuentran con algún integrante en estas condiciones y no aciertan a comprender y colaborar con su recuperación.


TRATAMIENTO DE TERAPIA OCUPACIONAL

Entre los muchos pacientes que necesitan tratamiento rehabilitador en Terapia Ocupacional están los que en la edad adulta han sufrido un accidente cerebrovascular.
La Terapia Ocupacional ofrece un tratamiento global que abarca las áreas funcional, motriz, sensorial, perceptivo y cognitiva. No debemos olvidar el asesoramiento realizado al paciente, a la familia y/ o cuidadores sobre el manejo de la persona que ha sufrido un ictus, la adaptación del entorno y la prescripción, uso y manejo de ayudas técnicas cuando sea necesario.
Las propuestas terapéuticas no son recetas únicas que se puedan emplear del mismo modo en todos las personas que hayan sufrido un ictus. Con cada paciente será necesario una evaluación individualizada de su situación y una adaptación de la terapia según sus déficit específicos.
La meta final de la Terapia Ocupacional es la integración óptima del paciente dentro de su entorno familiar y social, con el mayor grado de autonomía posible.

CONCEPTO DE ICTUS

El Accidente cerebrovascular o Ictus se caracteriza por un déficit neurológico ocasionado por la disminución del aporte sanguíneo cerebral de forma anormalmente brusca. Con la presencia de:
Trastornos motores.
Debilitamiento (hemiparesia) o paralización (hemiplejia) del hemicuerpo contralateral a la lesión. Alteraciones del tono muscular (espasticidad/ flacidez). Problemas motores como la pérdida de simetría, presencia de movimientos anormales y en bloque, pérdida de las reacciones automáticas y de la coordinación entre ambas manos y otras deficiencias motrices secundarias (subluxación de hombro, contracturas, edemas, ...)
Trastornos de la percepción.
Heminegligencia, agnosia, apraxias, problemas con el esquema corporal, déficit visuales (hemianopsia homónima contralateral,...), etc..
Trastornos Sensitivos como la alteración de sensibilidad superficial y profunda.
Trastornos de la comunicación : afasias, disartrias
Trastornos emocionales, psicológicos y de la conducta: ansiedad, sentimientos de frustración, cambios bruscos del estado de ánimo, depresión, etc..

VALORACIÓN DESDE TERAPIA OCUPACIONAL

Los puntos más importantes de esta valoración son los siguientes:
Valoración de las ABVD (Actividades básicas de vida diaria)
Valoración motora.
Valoración sensibilidad táctil y propioceptiva.
Valoración de déficit perceptúales.
Valoración cognitiva.
Valoración entorno/ domicilio.

VALORACIÓN DE LAS ABVD (Actividades básicas de la vida diaria)

Para una correcta valoración de las ABVD se debe observar directamente la ejecución de las actividades cotidianas por parte del paciente. Además de tener en cuenta la información facilitada por la familia y cuidadores.
Alimentación.
Lavado y aseo personal.
Baño.
Vestido (superior/inferior/ropa interior y calzado).
Continencia( uso y colocación correcta de dispositivos)
Uso del w.c
Movilidad en cama.
Transferencias.
Marcha y escaleras.

Dada las características de nuestros pacientes (edad avanzada, pluripatología,...) hay que hacer especial hincapié en el reentreno de las actividades básicas, aún así en los casos con buena evolución también se valora e interviene sobre las instrumentales: manejo del dinero, cocina, cuidado del hogar, etc.

VALORACIÓN MOTORA

Exploro los miembros afectados y también los sanos , valorando la flexión de hombro (presencia de dolor), rotaciones externa e interna, flexión/extensión de codo, flexión palmar/dorsal de muñeca y la capacidad de presión. En el miembro inferior analizaremos la dorsiflexión de tobillo, extensión de rodilla y flexión de cadera. No hay que perder de vista la existencia de contracturas y deformidades yla limitación articular debida a retracción tendinosa. Así mismo, la presencia de hipotonía (flacidez) o hipertonía (espasticidad), y la presencia o no de sinergias (flexoras /extensoras) al demandar al paciente movimiento voluntario.
Aquí también se introduce la valoración del equilibrio y control postural, es decir, la capacidad que tiene el paciente para soportar el cuerpo contra la gravedad y otras fuerzas externas, de mantener el centro de la masa corporal alineado y equilibrado sobre la base de sustentación y que pueda estabilizar partes del cuerpo mientras mueve otros segmentos corporales

VALORACIÓN DE LA SENSIBILIDAD TÁCTIL Y PROPIOCEPTIVA

Dirigida a detectar las dificultades de interpretación e integración de todos los mensajes sensoriales procedentes de los medios externo e interno.
En la exploración táctil o de sensibilidad superficial de los miembros afectados, tengo en cuenta:

Sensibilidad a la presión.
Sensibilidad de tacto fino, mediante el roce con un algodón.
Sensibilidad de dolor , utilizando la uña o un alfiler(punta roma)
Discriminación de temperatura.
Discriminación de dos puntos.
En la exploración propioceptiva o de sensibilidad profunda, se determina la conciencia que tiene el sujeto de las diferentes posiciones del miembro afectado.

VALORACIÓN DE DÉFICIT PERCEPTUALES

Los déficit más significativos y comunes en la práctica aunque hay gran variedad de ellos en función de las áreas cerebrales lesionadas:
Imagen corporal: Se valora la capacidad para percibir la localización y la relación de las partes del cuerpo .Las alteraciones del esquema corporal afectarán a la ejecución del movimiento voluntario y a la calidad del desempeño de la tarea.
Déficit espaciales: Los pacientes con este tipo de alteración son incapaces de manejar conceptos espaciales como arriba, abajo, detrás...
Apraxia: Es la incapacidad de efectuar movimientos complejos o con propósito, a pesar de que la movilidad, la sensación y la coordinación se encuentren intactas. Hay diferentes tipos:
Apraxia ideomotora (el paciente puede ser capaz de ejecutar el movimiento de manera automática, aunque no al ordenárselo)
Apraxia ideacional (defecto para manejar y usar objetos)
Apraxia constructiva (alteración de la capacidad del paciente para copiar diseños en dos o tres dimensiones )
Apraxia del vestido. Incapacidad del paciente para vestirse de manera adecuada. Puede haber problemas en orientar la ropa en el espacio, y con respecto al cuerpo, en diferenciar el derecho del revés, la izquierda de la derecha, en seguir la secuencia de pasos para vestirse, en la selección de la ropa adecuada, etc..
Síndrome de negligencia: Se trata de un fallo a la hora de informarse, responder u orientarse hacia un estímulo en el espacio contralateral al lado de la lesión cerebral (ignoran de manera selectiva todo lo que acontece sobre el lado afectado), por lo general se acompaña de lesión del hemisferio cerebral derecho. Las maneras de valorarlo son muy sencillas como los test de cancelación (tachar determinados símbolos-letras-números escritos en toda una hoja), dibujar un hombre, copiar una flor o una casa, leer en voz alta, etc..
Agnosia:Incapacidad para reconocer objetos familiares.
Alteraciones o déficit visuales: Una de las alteraciones más comunes es la hemianopsia, el paciente es incapaz de ver parte de su campo visual mientras dirige la mirada directamente hacia delante .
Existen pruebas estandarizadas que cubren la mayoría de las áreas de percepción y cognición, muy útiles para detectar este tipo de déficit , entre ellas:
COTNAB (Chessington Occupational Therapy Neurological Assessment Batery)
LOTCA (Loewenstein Occupational Therapy Cognitive Assessment)
RPAB (Rivermead Perceptual Assement Batery)
MEANS (Middlesex Elderly Assessment of Mental State)

VALORACIÓN COGNITIVA

Puede darse una alteración global de las capacidades mentales y organizativas referidas al razonamiento abstracto. En algunos casos la capacidad de aprendizaje también puede estar alterada.
No hay que obviar el enorme impacto psicológico que sufren estos pacientes, que puede venir acompañado de un estado depresivo que interferirá en nuestro tratamiento.
También son muy comunes los trastornos del habla y del lenguaje especialmente la afasia (está alterado el empleo simbólico de la palabra hablada o escrita) y la disartria (habla tartajosa debida a la parálisis o incoordinación de la musculatura del habla).

VALORACIÓN ENTORNO/DOMICILIO

Cuando está próxima el alta hospitalaria y se conoce de forma aproximada la capacidad funcional lograda con el tratamiento y los déficit o limitaciones que persistirán.Lo ideal es acudir al domicilio del paciente para realizar una valoración insitu de las barreras arquitectónicas existentes indicando las modificaciones ambientales a realizar y asesorando sobre las ayudas técnicas que puede que necesiten para lograr un mayor grado de autonomía (asientos de ducha, camas articuladas, sillas de ruedas, cojines antiescaras, etc..). En la mayoría de los casos y debido a la dinámica hospitalaria es prácticamente imposible ausentarse del centro para realizar estas visitas, así que me entrevisto con el paciente y la familia y les indico estas recomendaciones gráficamente (Ej. plano del baño con sus elementos y disposición)

TRATAMIENTO DESDE TERAPIA OCUPACIONAL

Una vez realizada la valoración se establece un plan de tratamiento orientado a mejorar la áreas afectadas, personalmente lo desglosaré por áreas de valoración para que resulte más claro al lector.

ACTIVIDADES BÁSICAS DE VIDA DIARIA

El terapeuta debe reentrenar con el paciente y la familia aquellas actividades en la que presente dificultad, así mismo enseñarles el uso de ayudas técnicas que precise. Gradualmente incido sobre:
Volteos y movilidad en la cama. Ejercicios a realizar diariamente en la misma.
Despegar la pelvis de la cama.
Abrir y cerrar las rodillas.
Girar las rodillas junta hacia derecha e izquierda sin mover los hombros.
Trasladarse hacia arriba/abajo y dereha/izquierda en la cama.
Paso decúbito supino a sedestación, equilibrio y control de tronco al borde de la cama. Sedestación primero al borde de la cama y con asistencia, hasta conseguirla independientemente contra resistencia al empuje. Hay que insistir en la correcta alineación de todos los segmentos.
Alimentación: Indicándoles la postura correcta para comer (sentados con los dos pies apoyados en el suelo, espalda recta apoyada sobre el respaldo de la silla, brazo pléjico/parético sobre la mesa y comiendo plato por plato no con la bandeja entera).
Transferencia a la silla de ruedas, a la cama, al w.c, a la ducha/bañera,etc...
Aseo personal delante del lavabo: lavarse la cara y las manos, lavarse los dientes, peinarse, afeitarse, etc..
Vestido: primero la parte superior después la inferior y al final incluyendo prendas más complejas (ropa interior). Hay que tener en cuenta el lugar dónde coloquemos la ropa y la posición de la misma para que no haya riesgo de caídas. Hay que secuenciar las tareas y proporcionar al paciente las estrategias necesarias para que pueda hacerlo de una manera óptima .
Baño, incluyendo la transferencia a la bañera o plato de ducha. Siempre se realizará esta actividad en sedestación
Deambulación por la habitación con o sin ayudas técnicas en diferentes posiciones y direcciones. También por la planta y el hospital fomentando la interacción con otros pacientes. En aquellos que no sea posible la marcha les enseñaremos a autopropulsar su silla de ruedas para que se muevan de forma autónoma.
Subir y bajar escaleras, con o sin ayudas técnicas .

TRATAMIENTO MOTOR

La intervención motriz debe seguir una serie de fases:
En primer lugar el tratamiento del tronco, a continuación cintura pélvica y miembro inferior y posteriormente la cintura escapular y miembro superior. El trabajo se realiza de forma global (Ej. cuando estemos trabajando la cintura pélvica no nos olvidaremos del miembro superior, pero bien es cierto que no podemos incidir eficazmente sobre éste si el control postural es precario).
ES DE SUMA IMPORTANCIA la reeducación de la simetría y el equilibrio asesorando tanto a familia como cuidadores en medidas higiénico posturales para facilitar posiciones correctas (decúbito supino, decúbito lateral, sedestación, durante las ABVD,...) que disminuyan tono muscular y eviten futuras complicaciones.
Cuando el paciente esté en sedestación (camilla, silla, silla de ruedas, etc.)hay que corregir su postura, resulta de gran utilidad colocar un espejo frente a ellos, para que tengan una referencia visual y puedan posicionarse correctamente. Deben tener el tronco lo más erguido posible únicamente con las curvas fisiológicas, no potenciando posturas anómalas (curvatura lateral exagerada, cresta iliaca elevada, mayor tono del Psoas, Cuadarado Lumbar y Dorsal Ancho, rotación de tronco hacia el lado contrario, etc.). La cintura pélvica y la escapular correctamente alineadas, de esta manera la carga de peso sobre ambas caderas es homogénea. Actividades muy útiles en este aspecto serán aquellas que refuercen anteversión y retroversión pélvica y la alternancia de carga entre una cadera y otra. El paciente debe mantener sentado los pies correctamente apoyados sobre el suelo, ligeramente separados. Si el pie afecto no tiene un buen apoyo, tendremos mejorarlo, realineando los segmentos anatómicos del miembro inferior (cadera, pierna, rodilla y pie) e inhibiendo la actividad muscular que lleva al pie a dorsiflexión e inversion. Son de gran utilidad movimientos de flexo-extensión de tobillo, alargar el tibial posterior (una mano sostiene el talón y la otra va subiendo a lo largo del tibial posterior), elongar la fascia plantar, abrir los dedos, dar forma al arco anterior con el talón apoyado en el suelo,etc...Cuando el control de tronco está conseguido se trabaja el equilibrio y reacciones de enderezamiento en bipedestación. Algunas propuestas son:
Actividades muy variadas sobre una mesa colocada frente al paciente
Trabajo sobre pared (tableros con fichas para ensartar, telares sencillos y adaptados)
Ejercicios con pelota Bobath sobre la mesa posicionando a la vez los miembros superiores, etc..
Conseguidos los pasos anteriores y junto con el departamento de Fisioterapia se entrena al paciente en el correcto patrón de marcha . Es importante practicar tanto la deambulación tanto en exteriores (jardín, calle, ...) como en interiores (planta, hospital,...)

TRATAMIENTO MOTOR DEL MIEMBRO SUPERIOR

El patrón típico que presenta el miembro superior espástico de los pacientes que han sufrido un Ictus es el siguiente: aducción y rotación interna de hombro, flexión de codo, pronación de antebrazo y flexión de muñeca y dedos.

El miembro superior debe trabajarse después de haber logrado un buen control de tronco, si trabajamos el brazo antes que el tronco se puede provocar un hombro doloroso.
Antes de iniciar la actividad con el miembro superior afecto hay queinhibir el tono si se presenta en exceso . Esto se consigue mediante un correcto posicionamiento, colocando al paciente en posturas inhibitorias y relajando la musculatura flexora . A continuación estimularemosaquellos grupos musculares más debilitados mediante técnicas que proporcionen una estimulación sensorial controlada, algunas de ellas son:

Estimulación táctil: cepillado táctil, toque ligero, percusión...
Estimulación propioceptiva. Estiramientos, golpeteo ,presión, compresión ligera...
Facilitación con frío.

El tratamiento comenzará en sentido proximal a distal, por lo tanto las actividades en un principio implicarán patrones de movimientos amplios (Ej. lanzamiento y movilización de pelota en diferentes planos, tejido de telar de pared, juego de damas sobre pared) . Las actividades que propongamos deben ser simétricas y simples, sobre todo al comienzo del tratamiento, simétricas para aprovechar el refuerzo contralateral a la vez que aumenta la habilidad y destreza en el miembro sano, y simples para evitar la frustración. Es conveniente realizar las actividades con los dedos de las manos entrecruzados ya que los éstos están en abducción, inhibiendo así los reflejos y además el miembro sano facilita el movimiento existente o no del parético/pléjico. Una vez que se han conseguido los movimientos amplios y un control más adecuado del hombro y codo, propongo actividades de fortalecimiento. Conforme aparece el control voluntario se debe progresar hacia actividades más complejas con el fin de mejorar el movimiento coordinado de prensión y liberación.Las actividades propuestas deben seguir el orden de la recuperación motora del miembro superior, es decir:

Flexión de hombro.
Flexión de codo combinada con flexión de hombro.
Flexión de muñeca y dedos.
Extensión de hombro y codo.
Supinación de antebrazo.
Flexión selectiva de hombro y codo.
Extensión selectiva de hombro y codo.
Flexión y extensión de todos los dedos.

Cuando aparece la contracción activa de grupos musculares se inician los ejercicios activos para que el paciente empiece a adquirir conciencia del esquema corporal perdido y para crear patrones cerebrales de movimiento, basándonos en la repetición. Antes de oponer grandes resistencias, trataré que los movimientos sean funcionales, coordinados y bien controlados por el sujeto.También hay que intervenir desde Terapia Ocupacional sobre las deficiencias motoras secundarias al ACVA como son:
Subluxación de hombro: resultan útiles los dispositivos de posicionamiento para el brazo para proporcionar una fuerza positiva hacia arriba al hombro hemipléjico y las tablas para el brazo a la silla de ruedas del paciente, que apoya el brazo aproximadamente 45º de abducción y la muñeca y los dedos en una posición funcional.
Prevención de contracturas, se desarrollan cuando los miembros permanecen en una sola posición. Se evitan mediante movimientos pasivos en el miembro varias veces al día y colocando el brazo en la posición opuesta al patrón existente (escápula hacia delante, el codo, la muñeca y los dedos extendidos, y los dedos y el pulgar en abducción). Aquí toma una enorme importancia las medidas higiénico-posturales que se enseñan al paciente y a la familia.
Síndrome hombro-mano: caracterizado por dolor en el hombro y mano, así como edema no depresible en ésta. El tratamiento consiste en disminuir el edema y el dolor e incrementar el movimiento.
En el caso de que tratemos un paciente flácido hay que posicionar el miembro superior correctamente, estimulándolo sensitivamente sin perder de vista los cambios que se produzcan en el mismo al trabajar con el brazo sano.Suelen ser muy frecuentes las reacciones asociadas(reacciones musculares reflejas desprovistas de control voluntario) y los movimientos en bloque. Las primeras aumentan el patrón patológico desencadenándose cuando el paciente realiza actividades con el miembro sano, al bostezar, toser, al realizar actividades homólogas (Ej.: cuando flexiona cadera eleva el hombro y flexiona el codo). Se inhiben relajación del miembro afecto seguida de autocontrol por parte del paciente. Los movimientos en bloque aparecen con patrones de flexión o extensión donde el paciente es incapaz de combinarlos o disociarlos para conseguir movimientos selectivos. Hay que lograr un equilibrio entre agonistas/antagonistas (Ej.: coger tacos en flexión de codo con apertura y cierre de dedos y depositarlos en una caja con el codo en extensión mientras le lleva con el antebrazo en pronación) muy útil para corregir estos movimientos y para el tratamiento del miembro superior en general, es el Ejercicio Terapéutico Cognoscitivo o Método Perfetti.

TRATAMIENTO DE LA SENSIBILIDAD PROFUNDA Y SUPERFICIAL

En el tratamiento de la sensibilidad profunda o propiocepción el objetivo principal es que el paciente sepa distinguir posiciones y dirección del movimiento. Las actividades utilizadas son muy variadas entre ellas:
Imitación por parte del paciente de las posiciones en las que coloca el terapeuta los miembros inferiores y superiores, primero frente a él, luego frente al espejo.
Hacer apoyos con la muñeca en extensión sobre una mesa.
Coger objetos de diferentes tamaños.
Ejercicios contra resistencia (lijar sobre una mesa,..)
Botar una pelota, etc..

La sensibilidad superficial se trabajará estimulando con distintos tejidos, presiones, temperaturas.

TRATAMIENTO DE DÉFICIT PERCEPTIVOS/COGNITIVOS

El tratamiento de los déficit perceptivos , variará en función de los problemas específicos que presente cada paciente, a continuación expongo unas recomendaciones generales.

Síndrome de negligencia:

Paso previo al tratamiento es explicar al paciente y a su familia la naturaleza del problema, intentando disminuir la confusión que ello provoca. Al dirigirnos al paciente debemos hacerlo por el lado afecto para estimular y ayudar a que tome conciencia de ese lado Si la negligencia persiste pueden ser necesarias modificaciones ambientales en su domicilio como cambiar la orientación de la cama o de los muebles, para facilitar el contacto con el entorno.Las técnicas de mayor eficacia utilizadas desde la Terapia Ocupacional son las de compensación. Su objetivo es mejorar la orientación del paciente hacia su lado con negligencia y aplicar estrategias que mejoren la búsqueda visual en el espacio. Este trabajo debe generalizarse al reentreno de las actividades cotidianas.Quiero incidir en este punto sobre el tratamiento de los problemas de planificación motora y en las apraxias. La intervención se dirigirá a que los pacientes vuelvan a automatizar los pasos a seguir al realizar las tareas, en el caso de las ABVD, se empieza por actividades sencillas, como peinarse, lavarse la cara, alimentación etc.. La actividad se desglosa paso a paso, reforzándolos mediante repetición, para que el paciente los vaya de nuevo integrando. Resulta una tarea sumamente costosa que requiere la implicación de la familia y cuidadores para que estas actividades se generalicen a lo largo de todo el día, no sólo durante la sesión de tratamiento de Terapia Ocupacional. Cuando el paciente tenga apraxia del vestido, requerimientos previos a vestirse serán enseñar al paciente, nociones espaciales (arriba/abajo, derecha/izquierda, derecho/revés, orientar la ropa correctamente,...) para luego incidir como en el punto anterior paso por paso en la tarea.
Si existen problemas cognitivos (memoria, lenguaje, cálculo, orientación, etc.) se llevan programas de entrenamiento en estos déficit, aún así la presencia de trastornos cognitivos se considera un factor de mal pronóstico de recuperación en los pacientes con Ictus. Lapérdida de memoria puede estar relacionada con déficit subyacentes preceptúales o atencionales, desde terapia ocupacional la adaptación del entorno para evitar distracciones y para elaborar estrategias que aumenten el nivel de alerta es muy importante. A la hora de proponer actividades o tareas a pacientescon problemas de memoria tenemos que reducir la información a recordar, presentar el material de forma lógica y estructurada, crear rutinas diarias que engloben las principales actividades del día , favorecer el empleo de ayudas externas (agendas, alarmas),etc..Otro aspecto a reseñar en este apartado es la falta de conciencia de las limitaciones que presentan algunos pacientes. No se dan cuanta de fallos en su funcionamiento (intelectual, motriz, social,..) y pretender volver a retomar su vida anterior sin tomar las medidas necesarias para garantizar que lo hagan de formaseguray eficaz. Desde Terapia Ocupacional hay que intentar que el paciente vaya afrontando de forma progresiva sus dificultades, comenzando por las que para él son más evidentes, enseñándole los problemas que presenta en relación con las actividades que realiza sin que se sienta ofendido. En el área social el principal objetivo es que el individuo retorne a su vida previa, para ello hay quaprovisionarle de las adaptaciones y ayudas técnicas necesarias para que vuelva a retomar intereses de ocio y sus relaciones sociales .En el caso de que desempeñen actividad laboral intento reorientarles en este aspecto, aunque la mayoría después del ingreso en el Hospital son derivados a centros especializados de reorientación laboral.

CONCLUSIONES

El objetivo que se plantea la Terapia Ocupacional es la rehabilitación o mantenimiento de las capacidades del individuo desde el punto de vista de la globalidad, es decir, trabajando aspectos físicos, cognitivos y sociales, con el fin de conseguir la máxima independencia posible, promover la salud y mejorar la calidad de vida del paciente. La intervención del Terapeuta Ocupacional incluye la evaluación mediante la observación clínica estructurada, así como a través de la administración de pruebas estandarizadas o no estandarizadas.
La problemática que presenta el paciente hemipléjico es muy compleja, por este motivo, el terapeuta ocupacional, debe planificar un programa terapéutico que permita subsanar las necesidades individuales del paciente, ayudándole a conseguir la máxima capacidad funcional.
Cuando intervenimos, debemos e hacerlo de forma global sobre todas las áreas del mismo, es decir, no nos centraremos solamente sobre los problemas motores olvidando el reentreno de actividades de vida diaria o dejando para posteriori los problemas perceptivos. Al contrario avanzaremos de forma conjunta sobre todos los aspectos. No debemos olvidar aquí ,los intereses y expectativas que tengan los pacientes y sus familiares para adecuar nuestro tratamiento en la medida de lo posible a los mismos.La pérdida prolongada o irreversible de la autonomía, como consecuencia de los déficit neurológicos residuales tras un ictus, pone en marcha un proceso de adaptación en el paciente y en su familia. Todos los miembros de la familia, y sobre todo el cuidador principal, deben reajustar sus vidas para proporcionar la atención y los cuidados que el paciente precisa lo que provoca una alteración en la integridad familiar y en la calidad de vida del cuidador. Debemos por tanto ayudar a los familiares en este proceso, aminorando la carga que ello representa, el terapeuta deberá enseñarles técnicas para manejo su familiar cuando éste no consiga un alto nivel de autonomía (levantarle de la cama, llevarles al baño, etc.) además de asesorarles sobre las modificaciones que tengan que realizar en su hogar si el paciente vuelve a casa y del uso y mantenimiento de las ayudas técnicas que vayan a precisar estos pacientes.Cada individuo es único y por lo tanto la evaluación y tratamiento que llevemos a cabo sobre ellos será diferente dependiendo de sus capacidades y déficit. No existen recetas ni técnicas únicas, los terapeutas debemos saber conjugar todos los conocimientos de forma coherente y eficaz para poder atender las necesidades específicas de nuestros pacientes.

BIBLIOGRAFÍA:
Ana Mª Domingo García. Terapeuta Ocupacional. Hospital de Guadarrama. agarcia_26@ hotmail.com



Licenciatura en Terapia Ocupacional
Universidad Nac. del Litoral
Autora: Cecilia Cangénova

23.3.09

Discapacidad y comunidad


INTRODUCCION

El siguiente trabajo tiene como objetivo abordar la problemática de la integración de las personas con discapacidad a la comunidad, así como también la mirada que posee ésta hacia dichas personas.
El tema está relacionado con una “falsa integración”, porque si bien estas personas pueden desarrollar las mismas actividades que las que no presentan alguna discapacidad, lo hacen en un campo restringido de acción, dado los limites impuestos por la sociedad en general. Consideramos que en ciertas ocasiones la discapacidad no es un problema específico de la persona que la posee sino de las representaciones acerca de ella que se han ido originando en las personas que la rodean.
Antes de iniciar este trabajo nos surgieron innumerables interrogantes y dudas acerca de si encontraríamos respuestas. Nos fue difícil decidir como hacer nuestra presentación debido a la complejidad del tema elegido y a la diversidad de opiniones que surgen respecto a ésto. Sin embargo, creímos que debíamos abordarlo y poner palabras a lo que muchas veces se calla por hipocresía, ignorancia y hasta temor…
Finalmente, decidimos intentar interpretar el comportamiento de la sociedad, de la cual somos parte, frente a la problemática de la discapacidad.
En realidad, consideramos adecuado realizar esta presentación desde la vivencia, generando de esta forma un espacio de reflexión y de experiencias compartidas.

DESARROLLO

Nuestra forma de relacionarnos con las personas con discapacidad está condicionada por vivencias, experiencias previas, prejuicios y conceptualizaciones acerca de la “discapacidad”.
La Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías –CIDDM-, publicada por la OMS y traducida al español por el IMSERSO, en 1983 define el término discapacidad como " toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano."
La Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud –CIF-, está basada en la integración del “modelo médico” versus “modelo social” con el fin de conseguir la integración de las diferentes dimensiones. La clasificación utiliza un enfoque biopsicosocial. Es una clasificación de aplicación universal; es decir, no tiene un uso restringido para personas con discapacidad, sino que se ocupa de todos los estados “relacionados con la salud” asociados a cualquier condición, proporcionando una descripción de situaciones relacionadas con el funcionamiento humano y sus restricciones. En ésta el término “minusvalía” se ha sustituido por “restricción en la participación”; “discapacidad” se utiliza como término general, desde varios puntos de vista: corporal, individual y social; y deficiencia se concibe como la desviación de las funciones o estructuras corporales consideradas “normales”. Lo que se desprende de este nuevo documento es un cambio en la concepción, no de la discapacidad, sino de las distintas situaciones de salud de las personas, en las que intervienen diversos factores ambientales y de contexto de vida. En este sentido, la CIF queda enmarcada en un proceso general en el que se priman los principios de diseño universal.

Las personas con discapacidad son parte de la sociedad. Como ciudadanos, sujetos de derechos y obligaciones, conforman las comunidades.
El término comunidad en un sentido extenso puede definirse como el conjunto de personas que viven juntas con cierta forma de organización y cohesión social. Sus miembros comparten en diferentes grados, características políticas, económicas, sociales y culturales, como así también intereses y aspiraciones incluyendo la salud. (Peat, 1997). Mientras que en un sentido estricto hace referencia a relaciones recurrentes, directas y recíprocas de individuos con un grado de interés común. (Dryzek, 1990).
Por otro lado se propone una distinción entre comunidades establecidas, como pueblos, vecindarios, escuelas y lugares de trabajo, y las comunidades personales que creamos nosotros mismos, que incluyen la familia, amigos y a los conocidos. Según la O.M.S, el término comunidad hace referencia a la menor área administrativa en la que puede vivir un grupo de personas.
Comunidad y discapacidad son dos términos que comúnmente se relacionan. La comunidad sostiene ciertos valores, ideas y prácticas que producen un fenómeno nombrado como discapacidad.
“La Discapacidad es antes que nada, un fenómeno social objetivo y aún visible. Está constituido básicamente por una situación de menoscabo físico, psíquico o sensorial que afecta a personas concretas. Pero, además la Discapacidad, como cualquier hecho equivalente, se reproduce en el nivel sociocultural” .
Utilizamos la expresión “personas que experimentan condiciones discapacitantes” como punto de partida para describir que
la participación en la vida diaria se ve limitada o totalmente anulada por factores que van más allá de la condición de discapacidad física o cognitiva, el contexto suele presentar innumerables barreras para acceder a la participación en igualdad de condiciones.

Según Hahn (1986) la discapacidad surge del fracaso de un entorno social estructurado a la hora de ajustarse a las necesidades y las aspiraciones de los ciudadanos con carencias, más que la incapacidad de los individuos discapacitados para adaptarse a las exigencias de la sociedad.
Existen diferentes actitudes frente a alguien con alguna discapacidad. El abanico se despliega desde quien presenta una total indiferencia, hasta el que, con afán de ayudar, se muestra sobreprotector. En ambos extremos el resultado es el mismo: la persona asume un papel pasivo, que la instala en su cuadro, agravando de esta manera su propio estado.
En la vida cotidiana actuamos muchas veces de esta manera, quizás sin darnos cuenta:
en vez de hablarle a las personas con discapacidad, le hablamos a quien lo acompaña, decidimos por ellos sin escuchar su opinión, convirtiéndolos de esta forma en espectadores de los hechos, nunca protagonistas, funcionando como extras, ni siquiera como actores secundarios.
Por mucho tiempo ha prevalecido un constructo social acerca de la discapacidad que atribuye a la persona con discapacidad el ser la causa del “problema”. Esta situación es planteada por Barton en su libro “Discapacidad y sociedad” como la teoría de la tragedia personal; según esta teoría la discapacidad sería un hecho trágico que les ocurre a individuos desafortunados y aislados, de forma aleatoria.

Aún en nuestros días, se margina y se excluye a la persona con discapacidad de participar activamente en diversos procesos de la sociedad, lo que en última instancia impide el pleno ejercicio de sus derechos.
Ésto lleva a preguntarnos: ¿La sociedad trata de proteger a las personas con discapacidad o su comportamiento es una forma de excluirlos de la misma?
Entendemos que la sociedad quizás por protegerlos, cuidarlos, termina perjudicándolos, generando dependencia y cierta discriminación. Podemos mencionar situaciones que se viven en el día a día, como por ejemplo: el hecho de que estas personas tengan un carnet en donde figura su condición de “discapacitado” lo cual le posibilita viajar gratis en colectivo; el identificarlos con la remera de la institución cuando organizan salidas recreativas fuera de la misma; el brindarles propuestas y terminar decidiendo y quizás haciendo por ellos, porque no los creemos capaces o porque tememos que les pase algo; el ir a boliches, pero a bailes organizados exclusivamente por las escuelas especiales, no asistiendo así a los boliches en días y horarios habituales; el describir su situación en término de drama y compasión utilizando frases como : “..ayy pobrecito!...”, tratándolos de manera aniñada, los diferencia de este modo del resto de la comunidad.
Todos estos ejemplos nos remiten a hablar de una falsa integración, de una integración con barreras dado que no brindamos reales y variadas posibilidades, quizás, porque inconscientemente nos resistimos al auténtico cambio que permite la libre elección de las personas con discapacidad generando de este modo la verdadera integración.


La salud mental, desde una perspectiva actual, se contempla como un proceso dinámico, por el cual todas las personas a lo largo de sus vidas atraviesan por diferentes períodos en los que el grado de salud varía dentro del proceso continuo: salud-enfermedad.
Galende propone entender a la salud mental como un campo complejo de problemas, intersectorial e interdisciplinario.
La OMS establece que no existe una definición "oficial" ya que cualquiera que se dé al respecto estará siempre influenciada por diferencias culturales, asunciones subjetivas, disputas entre teorías profesionales y demás. Sin embargo puede concluirse que la salud mental es un estado de bienestar emocional y psicológico en el cual el individuo es capaz de hacer uso de sus habilidades emocionales y cognitivas, funciones sociales y de responder a las demandas de la vida cotidiana.

El aporte de TERAPIA OCUPACIONAL en salud mental es valioso, ya que implementa diferentes estrategias para facilitar la equiparación de oportunidades, minimizar las desventajas, contribuyendo de esta manera a la satisfacción personal, a la integración y a una mejor calidad de vida.
Desde Terapia Ocupacional las intervenciones realizadas con personas discapacitadas brindan a las mismas un espacio terapéutico de soporte, organizador y apto para las singularidades, posibilitando ocuparse de sí y permitirse momentos de encuentro con otros; generan la posibilidad de inclusión en ámbitos comunitarios y promueven el desarrollo de estrategias para la autonomía y la construcción de proyectos de vida.
Por estas razones, como futuras Terapistas Ocupacionales, debemos dar oportunidades a las personas de elegir, organizar y desarrollar actividades de la vida diaria significativas y útiles, de explorar nuevas situaciones y así conseguir un mayor control sobre su salud y su destino.
Flexibilizar, reconstruir, deconstruir, resignificar, ampliar la mirada, interviniendo conjuntamente con la comunidad, para permitir de este modo, una visión distinta hacia las personas que presentan discapacidad, es un compromiso ineludible, para contribuir a la verdadera integración.
El estar e interaccionar con las personas en sus vidas cotidianas nos coloca en una excelente situación para conocer y comprender las necesidades e intereses de aquellos a los que se pretende integrar contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa.
Los Terapeutas Ocupacionales deben ser agentes del cambio social, respetando la dignidad, protegiendo los derechos y promoviendo la autonomía y la libertad de las personas con discapacidad.

CONCLUSIÓN

Luego de haber realizado un análisis acerca de esta problemática y haber intentado relacionarlo con nuestra práctica en salud mental, podemos concluir que la discapacidad se puede manifestar en cualquier persona, sin diferencias de posición social, económica o de nivel educativo, y que la Terapia Ocupacional tiene herramientas para contribuir a que las mismas tengan la posibilidad de realizar sus proyectos personales.
A la hora de realizar abordajes con personas con discapacidad es fundamental reconocer sus particularidades considerándolo como un ser integral y evitar la sobreprotección.

Ellas requieren, más que compasión, comprensión; más que comprensión, equiparación de oportunidades; aún más que oportunidades, el apoyo efectivo del Estado y de la Sociedad Civil para poder hacer realidad su integración social.

Trabajo de Articulación Teórico-Práctica
Autora: Cecilia Cangénova
Lic. en Terapia Ocupacional
Universidad Nacional del Litoral