Hogar CRECER: marzo 2011
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Cutral Có, Neuquén, Argentina

20.3.11

24 de marzo - Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.


A 35 años del Golpe de Estado de 1976 en nuestro país resulta imperioso valorar la libertad.

En su libro   La resistencia   (publicado en 2000), Ernesto Sabato deja "un mensaje esperanzado" y "un llamado a la capacidad de resistir" ante "la incomunicación, el culto a sí mismo, la reverencia a los dioses de la televisión, el trabajo deshumanizado, el imperio de la máquina sobre el ser, el sometimiento y la masificación, la competencia feroz..."

Allí afirma que "el ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer."

Entre "Los valores de la comunidad"   Sabato  escribió sobre la democracia:

La degradación de los tribunales y el descreimiento en la justicia provocan la sensación de que la democracia es un sistema incapaz de investigar y condenar a los culpables, como si resultara un caldo de cultivo favorable a la corrupción, No es que en otros no exista: hasta termina siendo más corrupta y degradante, si creemos en el conocido aforismo de Lord Acton: “El poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente”.

Debemos exigir que los gobiernos vuelquen todas sus energías para que el poder adquiera la forma de la solidaridad, que promueva y estimule los actos libres, poniéndose al servicio del bien común, que no se entiende como la suma de los egoísmos individuales, sino que es el supremo bien de la comunidad. Debemos hacer surgir hasta con vehemencia, un modo de convivir y de pensar, que respete hasta las más hondas diferencias. Como bellamente define Zambrano, la democracia es la sociedad en la cual no solo es posible sino exigido el ser persona.
"La democracia es la sociedad en la cual no solo es posible sino exigido el ser persona." La democracia no solo permite la diversidad sino que debiera estimularla y requerirla. Porque necesita de la presencia activa de los ciudadanos para existir, de lo contrario es masificadora y genera indiferencia y conformismo. De ahí la esclerosis de la que padecen muchas democracias.

No se puede identificar, sin más, democracia con libertad. Muchos no solo dejan de buscar la libertad, sino que hasta le temen. Si se compara la libertad de hoy con la que había hace unas pocas décadas, dolorosamente se comprueba que la libertad está en retroceso. Millones de hombres en el mundo, y también en nuestro riquísimo país, están condenados a trabajar durante diez o doce horas y vivir hacinados, miserablemente. Los siervos de la gleba no le están muy lejos. Este hecho hace que quienes podemos vivir en libertad seamos más responsables, porque como dijo Camus:Como hombres libres en un campo de reclusos nuestra misión es trabajar por ellos, de todas las formas a nuestro alcance. “La verdadera libertad no vendrá de la toma del poder por parte de algunos, sino del poder que todos tendrán algún día de oponerse a los abusos de la autoridad.

La libertad personal llegará inculcando a las multitudes la convicción de que tienen la posibilidad de controlar el ejercicio de la autoridad y hacerse respetar”, afirmó Gandhi, ese hombre que luchó hasta la muerte por la libertad de su milenario país.


Ernesto Sabato  


La obra de Sábato ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales y difundida en múltiples traducciones.  


En 1983, con el regreso de la democracia y habiendo asumido el 10 de diciembre el Dr. Raúl Alfonsín, al quinto día de ocupar el sillón presidencial, firmó el decreto 187 que creaba la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).

Sus principales objetivos consistían en

contribuir al esclarecimiento de los dolorosos hechos producidos en el país como consecuencia de la represión desatada por el régimen militar (Proceso de Reorganización Nacional) instaurado en 1976,

recibir las denuncias correspondientes sobre desapariciones y secuestro de personas ocurridos en ese período

y producir un informe acerca de su trabajo.

Comisión de notables, sus miembros no pertenecían a la política sino a diversos sectores de la comunidad.
Los integrantes de la CONADEP eran de una moral y reputación incuestionable. Eligieron como presidente, por voto unánime, a Ernesto Sabato. La componían además:

Magdalena Ruiz Guiñazú (periodista)
Ricardo Columbres (jurista)
René Favaloro (cardiocirujano)
Hilario Fernández Long (ingeniero y ex rector de la UBA)
Carlos Gattinoni (pastor metodista)
Gregorio Klimovsky (cientifico)
Marshall Meyer (rabino norteamericano)
Jaime de Nevares (Obispo de Neuquén)
Eduardo Rabossi (filósofo)
Y los diputados: Horacio Hugo Huarte, Santiago M. López y Hugo Piucill.
Secretarios: Graciela Fernández Meijide, Daniel Salvador, Raúl Aragón, Alberto Mansur y Leopoldo Silgueira.

El Senado, con mayoría Justicialista, no envió representantes a pesar de haber sido convocados.

Fue una tarea realizada en el escenario mismo de los hechos, viajando incluso a España, México, Venezuela y otros países, durante nueve meses, recibiendo nueve mil denuncias, escuchando siete mil testimonios, de los cuales mil quinientos correspondieron a sobrevivientes, llegando a reunir un documento incriminatorio de cincuenta mil fojas que sirvió luego para juzgar a los integrantes de la Junta Militar.

El informe producido fue plasmado en el libro   "NUNCA MÁS"  , conocido mundialmente como "Informe Sabato". El número de desaparecidos que pudo establecer ese informe quedó fijado en 8960, dejando constancia de que "esta cifra no puede considerarse definitiva, toda vez que la CONADEP ha comprobado que son muchos los casos de desapariciones que no fueron denunciados".
Asimismo, dicha comisión constató que "existieron 340 centros clandestinos de detención" a lo largo de todo el territorio argentino, donde tuvieron lugar torturas y ejecuciones. El informe incluyó además la descripción detallada de los métodos de tortura.

El 20 de septiembre de 1984, Sabato entregó al presidente Raúl Ricardo Alfonsín el informe de la comisión. Ese día, los organismos de derechos humanos convocaron a una concentración para respaldar dicha ceremonia, a la que acudieron cerca de 70.000 personas. Adhirieron a esa marcha el Servicio de Paz y Justicia (SerPaJ) liderado por Adolfo Pérez Esquivel, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos(APDH), el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), y la agrupación Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas (FDDRP).

La primera edición del NUNCA MÁS fue de 40 mil ejemplares y se agotó en una noche.


  Esta foto guarda un secreto.


El minucioso y bien documentado informe "NUNCA MÁS" sirvió de base para la acusación de la Fiscalía en el Juicio a las Juntas de la dictadura, hecho inédito no solo en América Latina, sino en el mundo, en el que se acusó formalmente a quince altos mandos de las Fuerzas Armadas, en contraste con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en esos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal, Sudáfrica.

A ese juicio sin precedentes algunos lo bautizaron como “el Nurenberg argentino”. Pero, como Alfonsín mismo solía precisar, "acá fue distinto, argentinos juzgaron a argentinos". Además, el Juicio a las Juntas se realizó en la justicia ordinaria, la de todos los habitantes, mientras que en Nurenberg fue un Tribunal Militar Internacional.

Años después, Sabato condenó públicamente los doscientos ochenta indultos otorgados en 1989 por el presidente Menem a civiles y militares implicados en torturas, muertes y desapariciones durante el periodo de la dictadura en la Argentina.
A partir de 2006 la justicia empezó a declarar inconstitucionales los indultos decretados.

Los años que dedicó a investigar "el infierno" de la represión, según sus propias palabras, no le dejaron “aliento ni espacio para la literatura”.

En la actualidad, Sabato vive en Santos Lugares (Buenos Aires), donde se dedica a las artes plásticas, a pocos meses de cumplir los 100 años de edad.